Dijo que a pesar de que ocupan un espacio informal para dar clases, la matrícula bajó de 800 a 736 y no un 50 por ciento, como se esperaba.
Además, aseguró que “conforme a los programas de trabajo que se desarrollan en la oficina estatal, un grupo de padres de familia se han sumado para verificar la calidad del material y del trabajo de construcción”.
Asimismo, aseguró que “se registraron pocas bajas de alumnos, en comparación como considerábamos que iban a emigrar por lo menos la mitad del alumnado y satisfactoriamente les digo que no, y que los padres están conscientes de la problemática y fue muy poca la deserción, aproximadamente entre 40 y 50 alumnos, que ya se están recuperando con los alumnos que llegan a buscar espacio de otras escuelas”.
“Parece que hay un avance hasta cierto punto satisfactorio, es una avance notable, porque hemos venido a verificar en las noches y han estado trabajando a pasos agigantados, porque nuevamente tuvimos una reunión con el subsecretario de Obras Públicas, con el ingeniero Víctor Manuel Escobar Lagunas, quien nos dio un informe junto con los padres de familia”.
El compromiso del funcionario es que “estará con nosotros haciendo algunas evaluaciones y nos volvió a ratificar el compromiso que efectivamente a finales de diciembre nos entregan la obra y esperamos que así sea para beneficio del alumnado”.
Es que dijo que “ya viene la temporada de frío y va a estar difícil para nosotros, porque de por sí ya es una congeladora, pues hay alumnos que trabajan a la intemperie”.
Reconoció que el estar fuera de un platel educativo “de alguna manera afecta el rendimiento de los alumnos, pues hay muchos distractores que son imperdonables en el proceso educativo, los niños ya padecen dolor de oído, estrés y en general son distractores al estar juntos, pero no por ello los maestros estamos dejando de hacer lo que nos corresponde”.