En tal sentido se manifestó el ex regidor de Desarrollo Agropecuario, Eugenio Barba, quien destacó “la necesidad de que autoridades municipales, estatales y federales, lleven a cabo un programa integral de recuperación de estas áreas que cada vez son más reducidas”.
“Y es que, especies como matarrata, palo dulce, cuajiotes, copales, palo zopilote, cuachalalate, órgano de mezcala y amate amarillo, llegan a ser fáciles presas de los incendios, sobre todo por el clima en que se desarrollan y los suelos secos que predominan durante el tiempo de estiaje”.
“Bajo estas condiciones, se debe de dar prioridad a las zonas afectadas por la deforestación que se encuentran en El Limón, Tepehuaje, Los Sauces y Atotonilco, con lo que además se espera crear una conciencia entre la población, con relación a la necesidad de cuidar el medio ambiente”, explicó.
Destacó que “para lograr una recuperación de esta zona, se requiere de que al menos se siembren 30 mil árboles de estas especies, entre ellas las pertenecientes a la reserva de la biósfera que se ubica en la parte poniente del municipio”.
A final de cuentas, lo importante es que se invite a la población de estas comunidades a participar, no sólo para hacer menos pesado el trabajo, sino para que valoren la presencia de la masa arbórea.