Uno de los empleados, que decidió no dar su nombre, aseguró que el cierre de este negocio es resultado de un abuso de autoridad por parte del regidor municipal Guillermo Mendoza Galicia, ex administrador del bar, quien habría aprovechado su cargo para fraguar la clausura de éste.
Por su parte, Carreño Franco aseguró que la medida obedeció a las quejas constantes que algunos vecinos tenían contra La Quinta, y que al llegar al sitio los inspectores se percataron de que el personal no había colocado su licencia original a la vista, incumpliendo así con el bando de policía y buen gobierno. El funcionario descartó la versión que indicaba que en el centro nocturno había personas menores de 18 años.
De acuerdo a los empleados, tras la protesta el ayuntamiento de Cuautla se comprometió a turnar el conflicto al área de Gobernación, esperando que en media hora exista una solución, pero con la confianza de que el bar sea reaperturado este 31 de diciembre.