De acuerdo al delegado, Isaías Figueroa Naranjo, “existen muchos factores que intervienen en este tipo de fenómenos, principalmente la falta de empleo formal de sus padres, vivienda, acceso a la salud y educación, a lo cual se suman cuestiones personales relacionadas con la convivencia”.
Además sostuvo que “al no planificar, algunas parejas tienen más hijos, de los que pueden cuidar y ofrecer los satisfactores tanto de carácter económico como de atención”.
Dijo que “a pesar de las implicaciones que ello significa, se encuentra positivo el hecho de que estos casos no representan una cifra muy elevada”.
Aseguró que como parte de ese trabajo “los reintegramos, de hecho tratamos de reintegrarlos y buscarles espacios, la esencia de cuando interviene el DIF, es precisamente para salvaguardar a través de despensas, tratamiento psicológico, un apoyo a través de una beca”.
El funcionario agregó que “con ello, lo que se busca generar nuevamente es el ambiente para que el niño pueda desarrollarse sanamente y alcanzar los objetivos que como ser humano tienen derecho”.
El problema de las posibilidades económicas que ellas tienen “generalmente no son proporcionales al número de hijos que tienen, entonces eso sí les conlleva una carga y genera un problema y también la falta de hábitos”.