De acuerdo con la promotora de derechos de las mujeres Hilda Romero Valencia, “la mencionada encuesta ubica en primer lugar de incidencia este tipo de agresiones contra las mujeres, con un 19.6 por ciento de víctimas; seguida por la física (9.8), sexual (7.0) y económica (5.1), sin que en la gran mayoría haya una denuncia”.
Romero Valencia señaló que “dentro de las variantes que la violencia tiene contra la mujer se deben contar la violación, insultos, el acoso, la marginación económica y política por razones de género, la limitación y subvaloración de sus capacidades y aportes, que deben de enfrentar cada día”.
En la mayor parte de los casos “este fenómeno social y familiar es resultado de la educación que se genera en el hogar, pues al niño se le ha hecho creer que tiene que ser fuerte, valiente, violento e insensible”.
En tanto, a la mujer se le forma para ser sumisa, resignada, con un cuerpo destinado a la procreación y para atender a todos los demás, menos a sí mismas.
Si bien el fenómeno de violencia contra la mujer se presenta históricamente, es a través de las primeras voces que lo denuncian cuando en nuestro país se comienza a reconocer como un problema social de gran impacto, lo que ocurre en la década de los 70s del siglo anterior, refirió la activista.
Es ahí cuando se inician en distintas instituciones proyectos para proveer servicios y apoyos a mujeres maltratadas. Sin duda esto marca que se visibilice como un problema de salud publica, finalizó.