Durante lo que fue considerado por los manifestantes como una toma simbólica de la planta termoeléctrica construida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Huexca, los jóvenes marcaron bardas y señalizaciones cercanas con símbolos anarquistas y consignas que rechazaban al Proyecto Integral Morelos (PIM), del que forma parte la planta, y al gobierno estatal encabezado por Graco Ramírez, ante la presencia de granaderos.
Jorge Zapata, quien no participó en la protesta, pidió a los grupos anarquistas no interferir con el movimiento de los ejidatarios y anunció que, por su parte, continuará actuando a través de las vías legales.