De acuerdo a Josefina Silva Hernández, integrante de la Unión de Pueblos de Morelos, “si bien, a partir de la década pasada se observa una mayor esperanza de vida, lo que ha repercutido en el envejecimiento de la población al nivel jamás antes alcanzado, este crecimiento no va de la mano en una mejor calidad y más bien, en la mayoría de los casos se trata de una subsistencia”.
“El trabajo para las personas de la tercera edad es limitado por los patrones de acuerdo a las propias limitaciones físicas de ellos, pero aún así, para la mayoría, dejar de buscar la oportunidad de realizar una tarea, significaría dejar de comer”, apuntó.
“Esta situación, lamentablemente se presenta de manera reiterada y no existe la posibilidad de que vaya a haber un cambio, sino es que se conjugan diversos factores como el educativo y la atención social sin fines políticos que es uno de los problemas que se arrastran hasta la fecha”, comentó.
Y es que generalmente “es gente que trabaja durante muchos años en actividades de gran desgaste físico y que incluso los llega a marcar con problemas de salud en su edad adulta y cuando ya no puede realizar esa actividad, que reclama de mucha fuerza, se ven en la necesidad de abandonarla y no tienen futuro alguno en el campo de empleo”.