De acuerdo a Juan Carlos Gómez Alanís, director de Desarrollo Agropecuario, “la amenaza se generó desde el mes de julio, cuando la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Morelos (Coprisem) detectó que se había sacrificado un animal engordado con sales de clembuterol”.
A su parecer, “de concretarse el cierre del rastro, la presencia de mataderos clandestinos se incrementaría de forma considerable”.
“En caso de que las autoridades sanitarias clausuren este lugar, los empresarios de la carne van a buscar algún espacio para sacrificar a los animales, por lo que en lugar de propiciar una matanza sana y adecuada, se irán a un mataderos clandestinos, lo cual resultaría contraproducente”.
Dijo que se ha hecho una invitación a personal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), “para que dé pláticas a los proveedores, engordadores y presidentes de los matanceros, a fin de obtener el documento de Proveedor Confiable, con el cual se garantice que todos los productos cárnicos que consumen los ciudadanos están libres del anabólico”.
Buscan contar con pruebas rápidas de clembuterol, “las cuales se hacen directo al canal de la vejiga urinaria a través del proceso denominado colorímetro, a fin de evitar que más animales estén contaminados”.