Después de la autorización de un Juez de Control, este lunes se llevó a cabo la exhumación del cuerpo de Israel Hernández Torres, que se encontraba en la Fosa E, gaveta 41 de la fosa común ubicada en el panteón Jardines del Recuerdo de la ciudad de Cuautla, ante la presencia de representantes de organismos de derechos humanos, familiares de víctimas de la violencia y de atención a víctimas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Se trata de la primera persona identificada, de entre los restos rescatados de las fosas irregulares del panteón clandestino de Tetelcingo, después de que a iniciativa de la familia de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández -cuyo caso puso al descubierto las irregularidades en la FGE- así como de organizaciones civiles y del acompañamiento de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) se logró la exhumación y dignificación de los cuerpos de las fosas de Tetelcingo.
Sin embargo, las irregularidades que sigue cometiendo la Fiscalía General del Estado (FGE) volvieron a quedar en evidencia, cuando los familiares de la víctima acudieron a la Oficialía del Registro Civil de Tetelcingo, para tramitar el acta de defunción.
Después de esperar casi dos horas, el oficial del registro civil les informó que el procedimiento efectuado por la Fiscalía General del Estado, al trasladar directamente el cuerpo a sus instalaciones en Cuernavaca, era indebido, pues de acuerdo a la Ley, primero debieron obtener el permiso de traslado en el Registro Civil.
Después de hacer algunas llamadas, Gustavo Núñez Carbajal, titular de esa oficialía, les informó que les entregaría el permiso de traslado, para que pudieran recibir el cuerpo en la Fiscalía Estatal, además de un acta de defunción sin nombre, para que acudieran a la Dirección General del Registro Civil en Cuernavaca, para notificar de la identificación del cuerpo, para que después de ello, regresaran a Tetelcingo a obtener el acta de defunción con el nombre de Israel Hernández Torres.
Lo anterior provocó el malestar de los familiares de la víctima, quienes reprocharon a la FGE las trabas que siguen poniendo para entregar el cuerpo de la víctima identificada.
“Es una tristeza que aunque a través de los medios nacionales e internacionales se sepa de las fosas y de cómo se han tratado esos cuerpos, a esos seres humanos, los sigan re-victimizando, hace casi un mes que les avisaron a la familia que su familiar estaba ahí y es la hora que no les pueden entregar el cuerpo por tramites y más tramites. Si ellos desde un inicio hubieran hecho su trabajo, hubieran ahorrado a la familia cuatro años de dolor, porque las ropas que el cuerpo llevaba, ellos fácilmente las pudieron identificar si se las hubieran mostrado en su momento, con ello vuelven a reiterar que no hacen su trabajo”, señaló Angélica Rodríguez Monroy, integrante de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de Morelos.
Por su parte Edith Hernández Torres, hermana de la víctima, reconoció que el cuerpo de su familia está ahora con ellos gracias a la insistencia de la familia de Oliver Navarrete y de la UAEM, quienes junto con la sociedad lograron que se abrieran las tumbas irregulares de Tetelcingo.
“Se logró dar con el cuerpo con el apoyo de la universidad que logró que se abrieran las fosas de Tetelcingo y por la insistencia y terquedad de la tía de Oliver y del amor de la mamá de Oliver, se abrieron las fosas y así recuperamos a mi hermano. Ya mi papá se había hecho la prueba genética en la PGR”, señaló.
