Francia no lució, pero se quedó con los tres puntos. En el inicio de la jornada maratónica de este sábado, en duelo del Grupo C, los galos derrotaron 2-1 a su similar de Australia, con su tridente ofensivo conformado por Griezmann, Mbappé y Dembélé.
Como peculiaridad, en este encuentro se marcó el primer penalti en la historia de la Copa del Mundo haciendo uso de la tecnología.
Francia salió el encuentro con vocación ofensiva desde el inicio, cuando apenas en el primer minuto Mbappé probó al guardameta australiano con un disparo dentro del área.
Sin embargo, lo que parecía ser un vendaval quedó en mera impresión, pues los dirigidos por Didier Deschamps fueron perdiendo creatividad conforme avanzaron los minutos.
Contrario a ello, los llamados “Socceros” crecieron al paso del tiempo, hasta que consiguieron anular el poderío galo y que la primera parte se fuera sin goles.
Para el segundo tiempo el ritmo de ambas escuadras cambió y saltaron al campo con mayor conocimiento del rival.
Al minuto 58 se suscitó un hecho que quedará en la historia, pues se utilizó el árbitro asistente de video (VAR, por sus siglas en inglés) para marcar un penalti a favor de Francia, luego de que el australiano Risdon cometió una falta sobre Griezmann que no había sido vista por el árbitro central, el uruguayo Andrés Cunha.
El cobro fue ejecutado por el propio astro del Atlético de Madrid, que abrió el marcador.
Sin embargo, tan sólo tres minutos después fue pitado otro penal, ahora a favor de Australia tras un centro dentro del área que fue desviado por Umtiti con una mano.
Jenidak hizo efectiva la marcación y desató la locura de los australianos en el graderío para igualar los cartones.
El desarrollo del encuentro parecía indicar que ambas selecciones dividirían puntos, pero al minuto 80 un remate accidentado de Pogba tocó a Behich y se fue al fondo del marco para darle a Francia sus tres primeros puntos en Rusia.