Pesadilla recurrente. La frase adecuada para la selección brasileña que no solo perdió la oportunidad de ganar en su propia tierra el Mundial, sino que hoy perdió con Holanda 3-0 y, por ello, también la chance de obtener el tercer puesto de la Copa del Mundo.
El equipo brasileño salió derrotado a la cancha del Estadio Nacional de Brasilia. Mientras que el cuadro holandés salió tranquilo y con el objetivo de llevarse el 'premio de consolación'.
El partido comenzó en una auténtica catástrofe para el conjunto local.
Minuto 1. Balón elevado que controla Van Persie. Él jugador del Manchester United juega de espalda. Baja el balón y espera la pasada de Robben. En el momento justo, Arjen sale disparado y como auténtica bala supera a la zaga brasileña. Al jugador que se le acusa de 'clavadista' ya tiene el balón y solo encara al portero cuando, de repente, es jalado por detrás por Thiago Silva. El brasileño lo suelta justo cuando entra al área penal. El colegiado silba la falta y marca penal. No expulsa al defensor del PSG. Dos errores en la misma jugada. Robin Van Persie cambia el penal por gol. 1-0 Holanda. La gente abuchea y Brasil tiene una regresión: vuelve a sentirse bajo el yugo alemán del pasado martes.
La 'canrinha' trata de ir al frente más por inercia que con buen futbol, pero al 17' Holanda aprovecha una desatención.
Un centro viene desde callejón derecho al área brasileña donde no hay jugadores holandeses. David Luiz, en vez de tirar el balón a córner, lo rechaza con la coronilla y lo deja a la altura de manchón penal. Daley Blind baja el balón de zurda con parte externa y hace otro toque para acomodársela. Le queda a la derecha. Le pega de bote pronto y vence, por novena vez en 117 minutos, a Julio César. Holanda, arriba 2-0. Brasil está muerto. Pero no de este juego, sino desde la semifinal contra los alemanes.
El juego prosigue y le marcan todo a Brasil: una patada a Ramírez, una sancadilla a Maicon, un jalón a Jo. Pero Brasil no aprovecha.
Los minutos se escapan y el argelino Djmael Haimoudi pitó el final de la primera mitad.
Al inicio del complemento no pasó mucho: Brasil incorporó a Fernandiho, con el objetivo de tener un revulsivo. Los sudamericanos se metieron poco a poco el partido.
Al 60', Ramírez sacó un disparo machucado que se fue cerca del poste de Cillissen. El marcador se mantenía en el estadio Mané Garrincha.
Un maltrecho Brasil empujaba, pero no encontraba respuesta. Holanda aguantaba los embates desordenados de Brasil.
Pero faltaba la última estocada. Al 90', una diagonal en el área le cayó a Wijnaldum, quien no lo pensó: remató de primera y marcó el 3-0 de Holanda. Abucheo generalizado en el Mané Garrincha.
Y al 90+1, hubo otro acontecimiento para la historia de los mundiales. Van Gaal sacó al arquero Cillissen e ingresó al suplente Vorm, con lo que la escuadra 'tulipan' se convierte en la primera selección en la que juegan los 23 convocados.
Faltaban cinco minutos al partido: Holanda lucía conforme y Brasil inoperante. No había tiempo para más. La Holanda de Van Gaal se queda con el tercer puesto y la escuadra brasileña se queda con el cuarto puesto... que, para ellos, es como si fueran el peor equipo de la Copa del Mundo.
Con información de Milenio noticias