La familia fue parte fundamental para el gobierno de Barack, tanto, que en su último discurso no escatimó en las palabras que utilizó para referirse a Michelle y sus hijas.
"Michelle LeBon Robinson, la niña de la parte sur. Por los pasados 25 años, tú no solo has sido mi esposa y la madre de mis hijas, tú has sido mi mejor amiga. Asumiste un cargo que no pediste.Tomaste las riendas con gracia, estilo y humor", dijo Obama conmovido hasta las lágrimas.
Otro momento memorable, fue cuando Barack Obama le cantó las mañanitas a su hija mayor.
President Barack Obama singing Happy Birthday to his daughter Malia Obama. #4thOfJuly pic.twitter.com/fiuVeFqxzN
— Nerdy Wonka (@NerdyWonka) 5 de julio de 2016
Pero más allá de los discursos, las fotos memorables y el carisma que siempre mostraron, ¿por qué nos gustan tanto los Obama?
Siempre se comportaron tal y como son, hicieron lo que la gente común y corriente hace, los podíamos ver en su vida cotidiana, explica la consultora política Gisela Rubach.
"La clave fue que se mostraron naturales, siempre muy apegados a este rol tradicional, cotidiano, los veíamos jugar, a Obama incluso lo vimos beber cerveza como cualquier otra persona", dijo la estratega política.
La especialista recuerda que en ningún momento se vio a una familia frívola, distante o pretendiendo algo que no son, por lo que considera que en ningún momento la imagen de unidad fuese una mera estrategia política.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Obama demostró que la prioridad era su familia: Michelle, y sus hijas Malia y Shasha, quienes tenían 10 y 7 años respectivamente cuando su padre se convirtió en uno de los hombres más poderosos del mundo.
"Una de las primeras cosas que pidieron tanto Michelle como Barack, el día que llegaron a la Casa Blanca, fue que las habitaciones que deberían estar listas primero que todo, eran las de sus hijas, para que pudieran descansar y estar tranquilas", narra Pia Taracena, académica del departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana.
Para la doctora en Ciencias Políticas de la UNAM, Paz Consuelo Márquez, el apoyo que tuvo por parte de su familia fue fundamental para el ejercicio de la presidencia, pues considera que un hombre que se encuentra perfectamente en el área sentimental, ayuda a tomar mejores decisiones y desarrollarse mucho mejor de manera profesional.
"Es impresionante que nunca escuchamos de un escándalo, es una familia modelo para cualquier funcionario público, en todos los ámbitos se comportaron como debía ser y terminan siendo muy queridos por los estadounidenses", explica la especialista.
SU MEJOR AMIGA
No podríamos hablar de los Obama sin mencionar el papel fundamental que jugó Michelle, quien rompió todos los esquemas de primera dama, pues pasó de ser la acompañante de su esposo, a formar parte de las políticas públicas en salud y educación que emprendió el presidente.
"Michelle es sin duda clave en la familia, todas las actividades de la primera dama fueron un reflejo de lo que ella misma quería para sus hijas, por ejemplo estas ideas de comer sano, de tener una mejor educación. Siempre predicaron con el ejemplo y fue Michelle la que estuvo ahí, entonces yo sí creo que el éxito de la familia fue en gran parte gracias a ella", dice Pía Taracena.
Paz Consuelo coincide, y asegura que Michelle siempre supo equilibrar su rol de abogada exitosa, primera dama, esposa y madre.
"Michelle deja la Casa Blanca con un nivel de popularidad enorme, se convirtió en un modelo a seguir para millones de niñas y adolescentes, siempre cuidando todos los aspectos de su vida, sin escándalos"
Como primera dama, la principal preocupación de Michelle fue que sus dos hijas se adaptaran a la nueva vida.
Finalmente, Michelle encontró una función social, lanzando la campaña "¡Movámonos!", impulsando la actividad física entre niños y jóvenes para combatir la obesidad.
En 2015 lanzó otra iniciativa, "Dejen que las niñas aprendan", una campaña a nivel mundial para mejorar el acceso a la educación de niñas y adolescentes.
HIJAS SIN PRIVILEGIOS
Una mención especial se llevan las hijas de Barack, Maila y Shasha, quienes en todo momento estuvieron al pie de cañón para apoyar a su padre.
"Cuando Obama fue electo como presidente, sus hijas eran muy pequeñas, entonces tuvieron que enfrentarse a un cambio en su vida impresionante, por eso es de reconocer que en ningún momento actuaron de forma indebida, siempre se comportaron a la altura, y gran parte de esto fue que sus padres siempre las apoyaron, se nota que hubo mucho amor entre ellos, siempre las escucharon", considera Paz Consuelo.
Las chicas no lo tuvieron fácil, incluso, fueron criticadas por su vestimenta. En noviembre de 2014, Elizabeth Lauten, directora de comunicaciones del legislador republicano Stephen Fincher (Tennessee), dijo que la actitud y la vestimenta de Sasha y Malia no correspondía a la de la familia presidencial.
"Queridas Malia y Sasha, sé que ambas están en esos terribles años de la adolescencia, pero son parte de la familia presidencial, intenten mostrar un poquito de clase", escribió Lauten en su cuenta de Facebook.
Dos años después de la dura crítica, Maila demostró que es capaz de vestir como toda una representante de la Casa Blanca y, al mismo tiempo, tener excelentes calificaciones para estudiar en Harvard, universidad a la que asistirá la hija mayor del mandatario estadounidense una vez que termine su año sabático.
Un episodio digno de mención, fue cuando se difundió que Sasha Obama, la hija menor de Barack, trabajaba durante el verano como cajera de un restaurante.
La adolescente de 15 años decidió trabajar en la zona turística de Massachusetts, en el restaurante Nancy´s, muy frecuentado por la familia presidencial. Ahí, la joven se dedicaba a atender la caja registradora, limpiar mesas y recibir las órdenes de los clientes.
Fuente: Nación321