El huracán del Atlántico más potente jamás registrado pasó casi justo por encima de la isla de Barbuda, causando inundaciones y derribando árboles. Francia envió agua y alimentos a las islas francesas de San Martín y San Bartolomé, donde “Irma” arrancó techos y apagó el suministro eléctrico.
La autoridad regional de Guadalupe y las islas vecinas dijo que la estación de bomberos en San Bartolomé quedó sumergida bajo más de un metro (3 pies) de agua, tanto que los vehículos no podían salir. La sede del gobierno de San Martín quedó parcialmente derruida.
Aunque no se han reportado víctimas, la ministra francesa para los Territorios de Ultramar, Annick Girardin, dijo que “tenemos mucho temor por nuestros compatriotas que desafortunadamente no hicieron caso a las medidas de seguridad y no fueron a lugares más seguros… Nos estamos preparando para lo peor”.
El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, dijo que a todas luces la tormenta pasó por la pequeña nación insular sin causar muertes, aunque advirtió que sólo se habían evaluado los daños en Barbuda. Se reportaron daños a propiedades, pero el primer ministro dijo que tanto el gobierno como la población habían tomado preparativos eficaces.
“Nosotros en Antigua hemos recibido el embate del más potente huracán jamás registrado en el Caribe, y lo hemos hecho con enorme éxito”, dijo el primer ministro.
El ojo de la tormenta estaba a unos 25 kilómetros (15 millas) al oeste de San Martín y Anguila a eso de las 8 de la mañana del miércoles, dijo el Centro de Huracanes. Se dirigía en dirección oeste-noroeste a unos 26 kilómetros por hora (16 millas por hora).
A eso de las 2 de la madrugada el centro del huracán pasó encima de Barbuda, tumbando líneas telefónicas y generando poderosos vientos y aguaceros que arrojaron escombros por doquier y obligaron a los habitantes a protegerse en sus casas o refugios públicos.
En Barbuda, el huracán arrancó el tejado de la comisaría de Policía, obligando a los agentes a buscar cobijo en el cuartel de bomberos cercano y el centro comunitario que servía de refugio oficial. La tormenta de categoría 5 también suspendió la comunicación entre islas.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos pronosticó que la potencia de huracán oscilaría pero que lo más probable es que se mantenga como de categoría 4 o 5 por los próximos dos días. Los vientos más feroces, usualmente los que están más cerca del vórtice, probablemente pasarán justo al norte de las Islas Vírgenes y cerca de Puerto Rico.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el estado de emergencia en Florida, Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses. Las autoridades de las Bahamas dijeron que evacuarán seis islas de la parte sur del archipiélago.
El agua cálida es combustible para los huracanes e “Irma” se encuentra sobre una zona que está un grado centígrado (1,8 grados Fahrenheit) más caliente de lo normal. El agua de 26 grados centígrados (79 Fahrenheit) que necesitan los huracanes llega a una profundidad de 80 metros (250 pies), indicó Jeff Masters, director de meteorología de la firma privada de previsiones Weather Underground.
Ha habido otras cuatro tormentas que esa fuerza en la región general del Atlántico, pero han sido en el Mar Caribe o en el Golfo de México, que normalmente albergan aguas más cálidas. El huracán “Allen” impactó la zona con vientos de 305 kph (190 mph) en 1980, mientras que los huracanes “Wilma” (2005), “Gilbert” (1988) y la gran tormenta de los Cayos de la Florida (1935) tuvieron vientos de 300 kph (185 mph).
El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, anunció evacuaciones preventivas en seis islas meridionales de ese archipiélago porque advirtió que las autoridades no podrían ayudar a personas que quedaran atrapadas en eventuales inundaciones. Dijo que se trata de la evacuación más grande de la historia de Bahamas debido a un huracán.
También este miércoles por la mañana se formó una nueva tormenta tropical en el Golfo de México, cerca de la costa mexicana. Los vientos sostenidos de “Katia” rondaban los 65 kph (40 mph) y se esperaba que ganara algo de fuerza en los dos próximos días. Sin embargo, el centro de huracanes estimaba que se mantuviera en el mar hasta el viernes por la mañana.
Mientras tanto, una tercera tormenta tropical más al este en el Atlántico parecía encaminada a convertirse en huracán el miércoles por la noche. Los vientos sostenidos máximos de “José” aumentaron a 95 kph (60 mph). Su centro estaba 2.020 kilómetros (1.255 millas) al este de las Antillas Menores y se movía hacia el oeste a cerca de 20 kph (13 mph).