Sebastián Piñera es el nuevo presidente de Chile luego de imponerse en segunda vuelta al candidato del oficialismo, Alejandro Guillier, por más de nueve puntos, en un triunfo contundente que supera las estimaciones previas que hablaban de una elección pareja.
Los datos brindados hasta ahora por el Servel le dan al ex presidente y candidato de la coalición de centroderecha Chile Vamos un 54,58 por ciento de los votos con el 99% de las mesas escrutadas. Guillier que representó a la alianza oficialista Nueva Mayoría, sucesora de la histórica Concertación, sumaba el 45,42% y quedaba a una distancia irremontable.
El triunfo de Piñera es además un gran aliciente para el presidente de Argentina, Mauricio Macri, que apostó de manera expresa por su amigo, al punto que le envió un video de apoyo que fue transmitido en su acto de cierre y generó una protesta diplomática del gobierno de Michelle Bachelet.
Con este resultado se consolida además una situación peculiar: Piñera no pudo imponer un sucesor al finalizar su primera presidencia y tuvo que ponerle la banda a Bachelet que en ese momento iniciaba su segundo mandato y ahora ocurrió lo mismo al revés.
Piñera demostró con la distancia que le sacó a su rival que fue mucho más eficiente en sumar votos del centro que Guillier en garantizar el respaldo de las distintas fuerzas que no eligieron al ex presidente en la primera vuelta, en la que obtuvo apenas un 36 por ciento de los votos.
"Te mentiría si dijera que alguien predijo o pudo avizorar esto que se venía. Así como nos sorprendió no pasar del 40% en primera vuelta, ahora nos sorprende nuevamente el electorado con ocho puntos de diferencia. Nosotros pensábamos que iba a ser mucho más estrecha, voto a voto", admitió a LPO el diputado electo Luciano Cruz-Coke.
Entre las razones de ese crecimiento de Piñera respecto a las primera vuelta, Cruz-Coke destaca la solidez de sus acuerdos. "Tanto Manuel José Ossandón, Felipe Kast, José Antonio Kast, que fueron los líderes de centroderecha que se presentaron en la elección, se cuadraron rápidamente detrás de Piñera. Ellos estuvieron trabajando en la calle, con sus equipos, continuaron trabajando", explicó el ex ministro de Cultura en el primer mandato de Piñera.
Operadores del ex presidente creen que el aporte de los partidos con los que acordó para la segunda vuelta fue clave para aumentar la presencia territorial de Chile Vamos. Se estima que Piñera más que duplicó la cantidad de apoderados (fiscales) en las mesas de votación, pasando de 24 mil a unos 50 mil.
"El trabajo político fue mucho más eficiente", coincide Luis Larraín Arroyo, director ejecutivo del Instituto Libertad y Desarrollo. "Es un gran triunfo de Piñera, es un triunfo que tiene mucho de él, que ha sido un gran líder para la centroderecha. Y también es una demostración de que en definitiva el gobierno de Bachelet y las transformaciones radicales que trató de hacer no tuvieron el respaldo de la ciudadanía", agrega en diálogo con este medio.
La Nueva Mayoría necesitaba que fuera a votar mucha más gente para garantizar un triunfo de su candidato ya que el votante de Piñera suele tener una participación electoral mucho más alta que los sectores más postergados. Por eso, a media mañana la propia presidenta Michelle Bachelet envió un video con un mensaje desesperado pidiéndole a la gente que vaya a votar.
Pero finalmente la participación no fue un factor determinante ya que el número de votantes creció en unos 300 mil respecto a la primera vuelta. Los analistas coincidían que si el número se mantenía estable o crecía, aumentaban las chances de Guillier, pero esas proyecciones lejos estuvieron de la realidad. Además, Piñera ganó en las diez comunas consideradas clave para la definición de la votación.
El resultado también confirma, como anticipó el académico y ex ministro Harald Beyer a LPO, que Bachelet fracasó en su intento de convertir esta segunda vuelta en un plebiscito sobre Piñera más que sobre la decepcionante marcha de la economía, que está creciendo a los niveles más bajos de la historia reciente de Chile.
"El llamado de Piñera a un gobierno de unidad nacional y a volver al diálogo ha identificado a una amplia mayoría de los chilenos. Fue mucho el contraste porque Guillier hizo exactamente lo contrario, hizo una campaña agresiva, una campaña anti Piñera, descalificatoria, y eso es justo lo que los chilenos no querían escuchar ahora", analizó el diputado de la Renovación Nacional, Nicolás Monckeberg Díaz.
Piñera llega a la Presidencia mucho más armado que Guillier, un ex periodista de reciente incorporación a la política, que nunca logró consolidar una relación de confianza ni con Bachelet ni con los partidos que integran la alianza oficialista. Además de haber sacado un decepcionante 22 por ciento en la primera vuelta, en la que se destacó la irrupción del Frente Amplio -una suerte de Podemos chileno- que alcanzó los 20 puntos.