México y Canadá aparecen como algunas opciones de destino de las fábricas, con el fin de mantener el comercio con Europa y China.
Estados Unidos amenazó con imponer más aranceles a importaciones chinas.
La encuesta del Instituto de Gerentes de Suministro (ISM, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos para el mes de julio muestra una señal inquietante: si bien los fabricantes experimentan una demanda saludable en EU, están considerando expandirse fuera del país para evitar los aranceles en una creciente guerra comercial.
"La incertidumbre es el mayor enemigo de las empresas", y los crecientes aranceles sobre cada vez más productos están causando "preocupación sobre dónde invertir y cuánto", señaló Timothy Fiore, presidente de la encuesta de manufacturas ISM, en una conferencia telefónica con periodistas realizada el miércoles. El grupo informó que la actividad manufacturera estadounidense se enfrió en julio más de lo proyectado y un indicador de nuevos pedidos cayó al nivel más bajo en más de un año.
"Estamos viendo muchos comentarios de los encuestados sobre que están evaluando si fabricar algo en EU o hacerlo en Canadá o en México", señaló Fiore. "Si el mercado final es Europa o China", entonces "vas a querer trasladarlo fuera de EU ahora", dijo.
Este sentimiento puede afectar la inversión empresarial, que en el último trimestre contribuyó al ritmo de crecimiento económico más rápido desde 2014.
Cuando el ISM, cuya sede está en Tempe, Arizona, comenzó a seguir en marzo los comentarios de los encuestados sobre las preocupaciones relacionadas con el comercio, alrededor del 32 por ciento de los comentarios generales estaban relacionados con los aranceles, señaló Fiore. El porcentaje subió al 38 por ciento en junio, cuando los aranceles al acero y el aluminio importados se ampliaron a más países, y en julio aumentó a un 49 por ciento, cuando se implementaron los gravámenes sobre 34 mil millones de dólares en productos chinos.
"Eso tiene que enfriar a la gente", dijo Fiore. "Los equipos de administración realmente no están seguros sobre qué hacer".
Sin duda, el crecimiento en las fábricas no está ni cerca de un colapso, ya que los índices del ISM mostraron que la producción, los pedidos y el empleo aún se están expandiendo a un ritmo saludable. Los comentarios de los encuestados, sin embargo, dejan en evidencia sus preocupaciones en torno a los pronósticos de ventas, dónde comprar piezas y materiales y la interrogante de si deben invertir fuera de EU y aumentar el gasto de capital o adoptar una estrategia de esperar para ver, señaló Fiore.
"No creo que la verdadera demanda se haya ido, pero definitivamente hay un elemento de incertidumbre en cuanto a qué construir y dónde", dijo Fiore. "No creo que los planes de expansión estén siendo archivados. El proceso de decisión ahora es, ¿cuál es el mejor lugar para hacerlo?, considerando el hecho de que tenemos un entorno incierto causado por un esfuerzo por reequilibrar el estado actual del comercio".
Los economistas que analizan los datos también destacan cómo la confianza del sector manufacturero está empezando a disminuir ya que los aranceles espantan los negocios. El indicador del ISM probablemente retrocederá si la administración Trump implementa los aranceles propuestos a 200 mil mdd en importaciones chinas adicionales, escribió en una nota Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics, después de la publicación de los datos de julio.
"La política estúpida duele", escribió Shepherdson.
La disminución del principal índice de manufacturas del ISM de julio es coherente con un sector que, si bien es saludable, está preparado para una ralentización en el segundo semestre. El subcomponente de nuevos pedidos, que cayó a su nivel más bajo este año, indica una desaceleración de la demanda en los próximos meses, en línea con la última lectura sobre el gasto del consumidor.