Es la primera moratoria en una gran ciudad de Estados Unidos a los servicios de Uber y Lyft
Nueva York aprobó este miércoles congelar durante un año la concesión de nuevas licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC), como Uber y Lyft, lo que convierte a la ciudad en pionera en Estados Unidos. El consejo municipal también estableció un salario mínimo para los conductores de esas aplicaciones y la moratoria, que se implanta mientras se busca una solución definitiva, incluye una excepción para los vehículos accesibles en silla de ruedas.
La estrategia de las autoridades locales en Estados Unidos para tratar de regular la proliferación de servicios como Uber y Lyft es mediante la planificación del tráfico más que por cuestiones laborales. Grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Chicago o Miami están experimentando un incremento exponencial de la congestión, debido a su popularidad. Austin, en Texas, llegó a prohibirlo temporalmente. Pero esa es una posibilidad imposible en una metrópoli como Nueva York.
Como señala Corey Johnson, el portavoz del consejo municipal, “esta es una industria que opera sin control”. Los conductores son autónomos, lo que impide que se les apliquen las mismas reglas de juego que al taxi tradicional. Hace tres años el alcalde Bill de Blasio intentó, sin éxito, ponerle coto. A cambio, pactó elaborar un estudio de impacto en la congestión del tráfico.
El tope acordado es temporal y está vinculado a la conclusión de un examen en los próximos doce meses. Desde que Uber se estrenó en la ciudad hace cinco años, la flota de coches dedicada a este tipo de servicios superó los 100.000 vehículos, de acuerdo con datos de la Taxi and Limousine Commission. Uber argumenta que estas limitaciones elevarán los tiempos de espera y provocarán un incremento de los precios.
Este tipo de servicios realizaron más de 1.200 millones de viajes en las nueve ciudades más pobladas de EE UU. De ese total, 159 millones corresponden solo a la ciudad de Nueva York, donde operan 80.000 vehículos. El incremento en un año fue del 75% y se acerca ya al de los taxis amarillos. En San Francisco fueron 75 millones pero es la que más registró por densidad de la población, con 86 viajes por persona.
La moratoria para controlar la congestión del tráfico se completa con una medida legislativa que establece un salario mínimo para los conductores de este tipo de servicios. Un reciente informe elaborado por la comisión del taxi y las limusinaspropuso que deberían ganar un mínimo de 17,22 dólares a la hora, equivalente a 15 dólares más los costes de operar el vehículo. El 85% gana actualmente menos de esa cantidad.