De acuerdo con un reporte elaborado por el Departamento de Energía de Estados Unidos, durante este 2018 este país se convirtió en el mayor productor mundial de petróleo crudo por primera vez desde 1973, desbancando a naciones como Rusia o Arabia Saudita.
A lo largo de este verano, la producción estadounidense de petróleo creció hasta llegar a los 11 millones de barriles diarios en agosto, lo cual provocó que su producción de crudo sea superior a la de Rusia por primera vez en casi 20 años, ya que el gigante euroasiático no era superado por Estados Unidos desde febrero de 1999.
Además, las proyecciones del Departamento de Energía prevén que esta racha positiva se mantenga durante el corto plazo al menos, ya que se estima que el país norteamericano mantendrá su ventaja en la producción sobre Arabia Saudita y Rusia a lo largo del año 2019.
De acuerdo a los especialistas, existen dos factores que son fundamentales para alcanzar este logro. Uno es el descubrimiento de grandes campos en la cuenca de Permian, al oeste del estado de Texas. El otro factor que desencadenó este brutal crecimiento fue la utilización de técnicas de extracción como el fracking.
Estos factores, combinados con los grades avances tecnológicos en las técnicas utilizadas y el aumento de los precios del petróleo permitieron a la industria estadounidense recuperarse del fuerte impacto sufrido tras la caída de los valores del crudo internacional en 2014.
El descubrimiento de grandes yacimientos subterráneos de petróleo y gas en el oeste de Texas ha provocado que la producción de este estado ya supere a la de países como Irak o Irán. De hecho, si Texas fuese un país, sería el tercer productor mundial de crudo.
Con información de CNN Money.