En la conferencia de prensa en Biarritz, Francia, tras la cumbre del G7 declaró que “pronto” visitará Alemania.
Estaremos allí. Estamos muy honrados por la invitación. Y eso es verdad. Estaremos allí, quizá pronto. Tengo sangre alemana. Estaré ahí”.
A lo que la canciller, sorprendida, reaccionó con una carcajada.
La relación entre Merkel y Trump nunca fue del todo cordial, pero al presidente de Estados Unidos se lo notó con un perfil más bajo de lo habitual, según la prensa estadounidense.