El gobierno del presidente Donald Trump tomó medidas este miércoles para impedir que las aerolíneas chinas vuelen a Estados Unidos, en una escalada de las tensiones comerciales y de viajes entre los dos países. El 27 de mayo, China anunció que permitirá más vuelos internacionales si mantiene bajo control la aparición de casos “importados” de COVID-19, es decir, los contagios detectados en personas que entraron al país desde el extranjero.
El Departamento de Transporte dijo que suspendería los vuelos de pasajeros de cuatro aerolíneas chinas hacia y desde Estados Unidos a partir del 16 de junio.
Washington tomó la decisión luego de que China se abstuvo de permitir que United Airlines y Delta Air Lines reanudaran sus vuelos esta semana a China, que fueron suspendidos a principios de este año en respuesta a la pandemia de coronavirus que comenzó en la provincia china de Wuhan.
El Departamento de Transporte dijo que China estaba violando un acuerdo entre los dos países que cubría los vuelos de las aerolíneas de cada nación.
“El Departamento continuará exhortando a nuestros colegas chinos para que las aerolíneas estadounidenses y chinas puedan ejercer plenamente sus derechos bilaterales”, dijo la agencia en un comunicado. “Mientras tanto, permitiremos que las aerolíneas chinas operen la misma cantidad de vuelos regulares de pasajeros que el gobierno chino permite a las nuestras”.
Las relaciones entre las dos potencias se han deteriorado en los últimos meses por una escalada en las tensiones vinculadas al origen y manejo de la pandemia del coronavirus.
Delta Air Lines y United Airlines han solicitado reanudar sus vuelos a China este mes, mientras que las aerolíneas chinas han continuado volando a Estados Unidos durante la pandemia.