Los trabajadores comenzaron a desmantelar el gran órgano de Notre Dame el lunes para permitir que los expertos lo restauren a tiempo para el quinto aniversario del incendio que dañó la catedral de París.
El órgano, el instrumento musical más grande de Francia, no se quemó en el incendio que destruyó el techo y la aguja de la catedral el 15 de abril de 2019. Pero estaba cubierto de hollín y dañado por la humedad.
“Es un milagro absoluto que haya sobrevivido. Un órgano como éste es enorme y parece indestructible, pero realmente es muy frágil”, dijo Olivier Latry, uno de los organistas oficiales de Notre-Dame, a la radio Europa 1.
Los trabajadores desmantelarán sus cinco teclados, pedalera y las 109 perillas que controlan el flujo de aire a sus 8,000 tubos, algunos de hasta 10 metros.
El órgano que se encuentra debajo del enorme rosetón de la catedral gótica se terminó de construir en 1867, poco después de la aguja, que se estrelló contra el techo durante el incendio.
“No podemos esperar a que Notre-Dame y el órgano sean restaurados. Hay una especie de magia entre ese instrumento y el lugar (…) hace que las piedras canten”, dijo Philippe Lefebvre, otro organista de la capital, al canal de televisión TF1.
El presidente Emmanuel Macron prometió después del incendio reconstruir Notre-Dame en un plazo de cinco años.
Funcionarios eclesiásticos también esperan que Notre-Dame esté abierta para la misa en 2024, cuando París será la sede de los Juegos Olímpicos.