Los indicios que, con todas las precauciones, apuntarían a que esta segunda ola podría comenzar a estabilizarse a nivel nacional persisten, pero después de tantas semanas de escalada infectiva con un virus desbocado, el sistema asistencial, y sobre todo, la mortalidad empiezan a resentirse de manera importante y, además, de forma bastante generalizada en todo el país. Los datos de este miércoles fueron especialmente preocupantes a la espera de que la aparente contención de la transmisión empiece a reflejarse en los hospitales y las funerarias. Entre tanto, España batió su récord, y por segundo día consecutivo, de víctimas mortales con 517 muertos con fecha de acta de defunción en los últimos 7 días, cuando en la jornada anterior, a su vez, había tocado techo con 468 decesos.
En apenas diez días este índice de se ha doblado, según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, que hoy sumó a su discutido balance de fallecidos 130 nuevas víctimas, elevando hasta los 31.034 las víctimas oficiales de la pandemia en el país, si bien otros organismos y estudios apuntan a que serían ya cerca de 50.000 los muertos por la covid desde que comenzara la actual crisis sanitaria.
Madrid, azotada desde hace semanas por el virus con especial saña, copó el 33% del más de medio millar de fallecidos de la última semana, con 171 muertos, seguida del País Vasco con 54 decesos y Aragón 51.
A pesar de la crudeza de estos números, las cifras de mortalidad siguen lejos de los momentos más duros de la primera oleada cuando se llegaron a registrar en una sola jornada de principios de abril 950 muertos.
Más mortalidad y más casos. Los contagios, tras días de incertidumbre, volvieron a repuntar levemente este miércoles con 11.289 nuevos casos frente a los 10.799 del miércoles. No obstante, la situación "definitivamente parece tender a la estabilización a nivel nacional", según subrayaron desde el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Los especialistas destacaron que España lleva cerca de dos semanas rondando los 10.000 nuevos positivos cada jornada, lo que apuntaría que estaría llegando al pico infectivo de esta segunda onda. Es más que ese culmen podría haberse alcanzado el pasado viernes cuando se notificó la cifra record de 14.389 positivos, que ahora parece ya lejana.
Es cierto, admitieron desde el CCAES, que la cifra de infectados detectados en las últimas 24 horas tocó máximos de la serie histórica con 4.143 casos (de los que 1.290 venían solo de Madrid), pero hay otros varios indicadores que abonan la tesis de que España (e incluso Madrid) podría estar muy cerca de doblar la curva. La famosa incidencia acumulada (IA) nacional (el número casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días) cayó levemente hasta los 286 positivos, tras días de constantes subidas.
La IA de Madrid, desbocada desde hace semanas, también se redujo pasando en tan solo 24 horas de 772 a 754 casos, unos índices que siguen siendo los más altos de cualquier región de Europa, pero que son "esperanzadores" para los técnicos de Sanidad a la espera de que los confinamientos selectivos empiecen también a reflejarse en las estadísticas.
El parámetro que quizás con más interés miran los epidemiólogos para conocer hacia dónde evoluciona la pandemia también parece responder. El número de casos con inicio de síntomas en los 7 días descendió a los 7.934 a pesar de que durante el fin de semana pasado llegó a superar los 9.300 diagnósticos en toda España.
Que la transmisión del coronavirus no estaría creciendo también lo avala el hecho de que, por primera vez desde que comenzara esta segunda ola, el número de casos detectados en las últimas dos semanas cayó hasta situarse en los 134.901 positivos.