Donald Trump fue elegido presidente de Estados Unidos en 2016 y ese año tan solo pagó 750 dólares en impuestos federales. Un año después pagó exactamente la misma cifra. Así lo reveló el New York Times en una investigación que publicó este fin de semana después de conocer los registros financieros del primer mandatario. Sus hallazgos —que se irán conociendo periódicamente como advirtió el diario norteamericano— involucran también enormes deudas vencidas de las corporaciones de Trump y un litigio con el Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés) por un presunto reembolso que el jefe de Gobierno reclama desde hace una década.
Trump, que antes de llegar a la Casa Blanca se forjó un nombre en el mundo empresarial y amasó una inmensa fortuna (3.100 millones de dólares según reportó Forbes en 2019), se ha negado en reiteradas ocasiones a hacer pública su historia financiera y sus declaraciones de impuestos, contraviniendo así una tradición que cobijaron la mayoría de sus antecesores en la presidencia de Estados Unidos.
“Las declaraciones de impuestos que Trump ha luchado durante mucho tiempo por mantener en privado cuentan una historia fundamentalmente diferente a la que le ha vendido al público estadounidense. Sus informes al IRS retratan a un hombre de negocios que recibe cientos de millones de dólares al año, pero acumula pérdidas crónicas que emplea agresivamente para dejar de pagar impuestos”, asegura el New York Times antes de destapar que, en 10 de los últimos 15 años, el presidente republicano no ha cancelado ningún monto de impuestos por ingresos. Aparentemente, buena parte del dinero que obtiene es perdido posteriormente en otras transacciones.
Adicionalmente, el periódico neoyorquino encontró que Trump casi no posee propiedades a su nombre. Buena parte de su patrimonio está en cabeza de sus empresas. Tiene, además, una agobiante presión sobre sí mismo por cientos de millones de dólares de deuda vencida que, al momento de adquirirla, garantizó que “pagaría personalmente”.
Sus problemas también se extienden hasta los estrados judiciales. Desde hace más de 10 años, Trump está enfrentado con el IRS por 72.9 millones de dólares que él reclama después de declarar una importante cantidad de pérdidas económicas. Sin embargo, el órgano fiscal duda de la legitimidad de la pretensión del ahora presidente.
“También se cierne sobre él una batalla de auditoría de una década con el Servicio de Impuestos Internos por la legitimidad de un reembolso de impuestos de $ 72,9 millones que reclamó y recibió después de declarar enormes pérdidas. Un fallo adverso podría costarle más de $100 millones de dólares”, expresó el Times.