Funcionarios de seguridad estadounidenses advirtieron que los extremistas violentos suponen una amenaza a la elección presidencial del mes próximo, en medio de lo que un funcionario calificó como un “mejunje” de crecientes tensiones políticas, agitación civil y campañas extranjeras de desinformación.
Memorandos del FBI y el Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) aseguran que es probable que aumenten las amenazas de extremistas locales a objetivos relacionados con los comicios según se acerque la elección del 3 de noviembre.
Hasta el momento, estas advertencias han sido de orden interno sobre todo, pero la oficina de seguridad interior de Nueva Jersey dio el inusual paso de subrayar en público la amenaza en un reporte poco publicitado en su sitio web la semana pasada.
“Tenemos este mejunje que en realidad no ha existido nunca en la historia de Estados Unidos. Y si lo ha hecho, han pasado décadas, si no siglos”, dijo Jared Maples, director de la Oficina de Seguridad y Preparación Nacional de Nueva Jersey, que publicó la evaluación de la amenaza.
Las protestas a nivel nacional de los últimos meses en favor de la justicia racial y contra la brutalidad policial han sido en su mayoría pacíficas, pero algunas provocaron confrontaciones violentas, incluidas facciones extremistas de izquierda y derecha.
Estados Unidos está lidiando con la pandemia del coronavirus, un alto desempleo y una contenciosa elección presidencial en un clima político polarizado.
Un reciente boletín interno del FBI advirtió que es probable que extremistas locales de variadas ideologías supongan una amenaza aumentada para objetivos gubernamentales y relacionados con los comicios mientras se acerque la elección, según una persona conocedora del texto, reportado inicialmente por Yahoo News.