El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, experimentaba síntomas “leves” de coronavirus después de dar positivo, informó este viernes un funcionario de la Casa Blanca.
Unas horas antes, Trump anunció el viernes por la madrugada que él y la primera dama, Melania Trump, dieron positivo a la prueba de coronavirus, un anuncio impactante cuando falta apenas un mes para las elecciones presidenciales y que hunde al país aún más en la incertidumbre.
Trump, quien pasó gran parte del año restando importancia a la amenaza del virus que ha matado ya a más de 205.000 personas en todo el país, dijo que él y la señora Trump se pusieron de inmediato en cuarentena.
El médico de la Casa Blanca dijo esperar que el presidente continúe realizando sus deberes “sin interrupción” mientras se recupera.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo este viernes por la mañana que el presidente estaba experimentando síntomas leves pero que trabajaba desde la residencia de la Casa Blanca.
Aun así, es seguro que el diagnóstico de Trump tendrá un efecto desestabilizador en Washington y en todo el mundo, planteando preguntas acerca de hasta qué punto el virus se propagó a través de los niveles más altos del gobierno de Estados Unidos.
En un reporte, el médico del presidente dijo que tanto Trump como su esposa, quien tiene 50 años, “están bien en este momento” y que “tienen previsto quedarse en su casa dentro de la Casa Blanca durante su convalecencia”.
El diagnóstico, cuando faltan unas semanas para los comicios del 3 de noviembre, significa un revés importante para un presidente que ha tratado desesperadamente de convencer a la población estadounidense de que lo peor de la pandemia ha pasado. Adicionalmente, se presenta como la amenaza a la salud pública más grave jamás enfrentada por un dirigente estadounidense en activo en la historia reciente.
En el mejor de los casos, si Trump no desarrolla ningún síntoma –como fiebre, tos y problemas respiratorios–, es probable que le obligue a abandonar la campaña electoral, lo que pondría en duda su participación en el segundo debate presidencial, previsto para el 15 de octubre en Miami.