El Programa Mundial de Alimentos (PMA) fue reconocido el viernes con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para combatir el hambre y la inseguridad alimentaria en regiones con conflictos y dificultades en todo el mundo.
La agencia de Naciones Unidas, con sede en Roma, brindó asistencia a casi 100 millones de personas en 88 países el año pasado.
"Con el premio de este año, (el comité) desea volver los ojos del mundo hacia los millones de personas que sufren o enfrentan la amenaza del hambre", dijo Berit Reiss-Andersen, presidenta del Comité Noruego del Nobel, al anunciar el premio en Oslo.
"El Programa Mundial de Alimentos juega un papel clave en la cooperación multilateral para hacer de la seguridad alimentaria un instrumento de paz".
La agencia lleva años dirigida por un estadounidense, y en 2017 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nominó al exgobernador republicano de Carolina del Sur, David Beasley, para el cargo. Un aturdido Beasley alabó a la 'familia' del PMA y dijo que se merecían el premio.
Los ganadores del prestigioso galardón reciben un premio en efectivo de 10 millones de coronas suecas (más de 1,1 millón de dólares) y una medalla de oro, que se entrega en una ceremonia en Oslo, Noruega, el 10 de diciembre, en el aniversario de la muerte del fundador de los premios, el inventor sueco Alfred Nobel. Este año, la ceremonia será más reducida por el coronavirus.
El comité del Nobel concedió el Nobel de Medicina a los estadounidenses Harvey J. Alter y Charles M. Rice, y al británico Michael Houghton por descubrir el virus de la hepatitis C, que destroza el hígado. El de Física recayó en el británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y en la estadounidense Andrea Ghez por sus avances en la comprensión de los agujeros negros.