La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una serie de nuevas recomendaciones sobre los modelos más adecuados de cubrebocas, así como su uso correcto en lugares cerrados y durante el ejercicio físico para evitar el contagio del COVID-19.
¿Cuáles son los cubrebocas recomendables?
De acuerdo con la OMS, los cubrebocas idóneos son los de tres capas.
- Una capa más interna de un material hidrófilo
- Una capa más externa hecha de material hidrófobo
- Una capa hidrófoba intermedia que se ha demostrado que mejora la filtración o retiene las gotas.
Y por el contrario, desaconseja las válvulas de exhalación, ya que no cuenta con la función de filtración de la máscara de tela.
Caretas
Las caretas solo proporcionan protección ocular y de ninguna manera se deben considerar como sustitutos del cubrebocas.
En el caso de protectores faciales, es necesario asegurarse de que el diseño sea adecuado para cubrir los lados de la cara y debajo del mentón.
Cubrebocas en lugres cerrados
La OMS recomienda el uso de cubrebocas no médicos como medida preventiva en lugares cerrados, que no cuenta con una ventilación adecuada o que no permiten mantener la distancia adecuada; por ejemplo, tiendas, lugares de trabajo y escuelas.
Cubrebocas en lugares al aire libre
Si se está al aire libre pero no se puede mantener la sana distancia, entonces también es recomendable usar cubrebocas no médico, de tela, de tres capas y con un filtro en el medio.
No es una opción el cubrebocas con válvula
Aunque es uno de los modelos más populares durante la pandemia, la OMS contraindica el uso de cubrebocas con válvula.
“El peligro es que si llevas una mascarilla con válvula y estás infectado puedes estar expulsando aerosoles infectados. En otras palabras, anula el propósito de llevar una mascarilla. No es peligroso para ti, pero simplemente anula el propósito”, explica Michael Ryan, director de emergencias de la OMS.
¿Cubrebocas para los niños?
Los menores de cinco años no deben portar el cubrebocas; mientras que que la decisión de ser utilizada por aquellos entre 6 y 11 años debe estar basada en un enfoque de riesgo, es decir, la capacidad del niño para acatar las medidas sanitarias, factores sociales y culturales, y la cercanía con población vulnerable, como adultos mayores, explica la OMS.
Mientras que, de 12 años en adelante, debe seguir las mismas medidas que los adultos.
La OMS hace un énfasis en las medidas especiales que se deben tener con niños inmunodeprimidos (por cáncer, por ejemplo), que tengan trastornos del desarrollo o discapacidades.
El organismo sanitario hace hincapié en que, si el cubrebocas está roto o húmedo, debe ser reemplazado; y la tela nunca debe ser tocada por las manos, solo las cintas. Además de que siempre debe de colocarse con las manos recién lavadas.
Y los cubrebocas de tela deben ser lavados con jabón o detergente y preferiblemente con agua caliente (al menos 60 grados).