Europa debe “unirse” para acelerar su campaña de vacunación contra el COVID-19 con el apoyo de todos los laboratorios, reclamó el viernes el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, admitiendo estar “preocupado” por el riesgo que plantean las variantes.
“Debemos prepararnos” para otras mutaciones problemáticas del virus, sobre todo reforzando todavía más la secuenciación, afirmó Hans Kluge, director regional para Europa de la organización, en una entrevista.
En la Unión Europea (UE), la tasa de la población vacunada con la primera dosis del inmunizante antiCOVID-19 es apenas del 2,5%, aunque varios laboratorios hayan anunciado que incrementarán sus entregas, lo que llevó a pensar que la campaña podría ganar impulso.
“Debemos unirnos para acelerar la vacunación”, instó el director regional de la organización.
“Las empresas farmacéuticas, que normalmente compiten entre sí, deben aunar esfuerzos para aumentar drásticamente las capacidades de producción, es eso lo que necesitamos”, insistió el responsable, radicado en Copenhague.
En cuanto a si esas vacunas, en el mercado desde diciembre, serán eficaces contra las nuevas variantes del virus, Kluge reconoció que “esa es la gran cuestión” y admitió que está “preocupado”.
“Esto es un recordatorio cruel de que el virus todavía está por encima del ser humano, pero no es un nuevo virus, es una evolución de un virus que intenta adaptarse a su huésped humano”, recalcó.
Y pese a que la situación parezca hoy más complicada que cuando llegaron las primeras vacunas, el responsable de la OMS para Europa quiso hacer un llamado al optimismo.
“Soy honesto: creo que el túnel es un poco más largo de lo que pensábamos en diciembre, pero este año será más fácil de gestionar” que el año pasado, afirmó.
Asimismo, reiteró los llamados a la solidaridad con los países que no pueden proveerse la vacuna, sugiriendo que los países ricos deberían compartir rápidamente sus dosis con los Estados pobres tras haber vacunado a un determinado porcentaje de su población.
“Quizá, cuando los países de la UE alcancen el 20% de la vacunación de su población –el 20% significa personas ancianas, personal sanitario, personas con comorbilidades–, podría ser el momento de compartir vacunas”, estimó.