Empleados de la Torre Eiffel usaron sopletes para derretir el hielo que se acumulaba en el emblemático edificio de París mientras la nieve seguía bloqueando carreteras y suspendiendo el servicio de trenes y autobuses escolares en el norte de Francia.
En plena ola de frío europea, zonas de las regiones de Normandía y Bretaña poco habituadas al clima gélido cerraron carreteras por la falta de equipos quita nieve. En partes de la región de París, las autoridades locales suspendieron la circulación de los buses escolares y pidieron a los padres que dejen a sus hijos en casa.
La nieve tiñó de blanco la capital francesa y congeló la Torre Eiffel.
“¡Cuando vuelven las temperaturas negativas, mis suelos quedan parcialmente cubiertos de hielo! Para deshacernos de él, tenemos que usar un soplete porque la sal para controlar el hielo es demasiado corrosiva para el metal”, tuiteó el monumento, que lleva meses cerrado al público por la pandemia del coronavirus.
Partes del centro y el norte de Europa, así como Gran Bretaña, se han visto afectadas por un frente frío desde desde el fin de semana. Las fuertes nevadas entorpecieron el tránsito y dejaron a conductores varados en Alemania y República Checa.
Algunos aprovecharon el tiempo: esquiadores de fondo se deslizaban por el Puente Carlos en Praga; los niños se tiraban en trineo por los parques de la capital de Bélgica, que no suelen cubrirse de nieve, y la helada ha reavivado la obsesión nacional de los holandeses por patinar por canales helados.