El relevo de la antorcha olímpica para los Juegos de Tokio arrancó este miércoles en la prefectura de Fukushima, al noreste de Japón, con la llama portada por las integrantes de la selección nipona femenina de fútbol y entre medidas anti-COVID.
El relevó comenzó este jueves desde las instalaciones de entrenamiento J-Village, que anteriormente sirvieron de base logística para la crisis nuclear de Fukushima de 2011, y tras una ceremonia que contó con participantes limitados y sin público para prevenir contagios de coronavirus.
La futbolista nipona Azusa Iwashimizu fue la encargada de prender la antorcha a partir de la llama olímpica que permanecía preservada en un candil en Japón desde hace un año, y comenzó el relevo recorriendo los campos de césped del J-Village acompañada de otras integrantes de las “Nadeshiko”, la selección que fue campeona mundial en 2011.
“Me ha honrado ser la primera persona en llevar la antorcha hoy. Han pasado diez años desde que nos juntamos, hoy era una buena ocasión”, dijo Iwashimizu a los medios tras el inicio del relevo.
Tras esta jornada inaugural en Fukushima, la antorcha será transportada durante 121 días a manos de unos 10 mil corredores en un recorrido que atravesará las 47 prefecturas del país, y que concluirá con el encendido del pebetero en el Estadio Olímpico de Tokio el próximo 23 de julio.
“La llama ha continuado ardiendo de forma serena mientras el mundo se enfrentaba a unos tiempos difíciles durante el último año”, dijo la presidenta del comité organizador de los Juegos de Tokio, Seiko Hashimoto, durante un discurso en la ceremonia inaugural.
Hashimoto confió en que esta antorcha “pueda llegar a la inauguración de los Juegos llena de esperanza para todos en Japón y en el mundo, y brille en la oscuridad e ilumine el camino”, dijo la exatleta olímpica y anterior ministra a cargo de los Juegos.
La ceremonia inaugural tuvo lugar en un escenario instalado en el J-Village y decorado con ikebana (arreglos florales nipones) procedentes de Fukushima y las prefecturas de Miyage e Iwate, al noreste del país.
El acto de este miércoles contó con una participación de representantes políticos y deportivos nipones muy reducida, unos 160 en total, en el contexto de la pandemia, mientras que la organización ha solicitado contención a los ciudadanos para que no se congreguen de forma multitudinaria en las calles al paso del relevo.
También ha pedido aplaudir en lugar de animar de viva voz, y ha advertido de que el relevo podría llegar a cancelarse en ciertos tramos en caso de haber presencia masiva de público.
Los corredores participantes en el relevo, por su parte, deberán mantener una distancia de seguridad entre ellos y llevar mascarilla en caso de que esa medida preventiva no sea posible, además de desinfectarse las manos y vigilar su estado de salud.