Estados Unidos reanudará el uso de las vacunas contra COVID-19 de Johnson & Johnson, dijeron los principales reguladores de salud el viernes, poniendo fin a una pausa de 10 días para investigar el vínculo de la vacuna con coágulos de sangre muy raros pero potencialmente mortales.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Administración de Medicamentos y Alimentos dijeron en una declaración conjunta que los sistemas de salud y los receptores de vacunas serían advertidos del riesgo de un síndrome potencialmente fatal que involucra coágulos sanguíneos graves y plaquetas bajas.
La decisión se produce después de que las autoridades de salud federales descubrieran que solo 15 personas que recibieron la vacuna desarrollaron un tipo inusual de coágulo, entre las casi 8 millones de personas que recibieron dicha inyección. Todas eran mujeres, la mayoría menores de 50 años. Tres murieron y siete continúan hospitalizadas.
Los asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) dijeron que, si bien la vacuna de J&J es importante para combatir la pandemia, también es fundamental que se informe a las mujeres más jóvenes sobre ese riesgo en términos claros y comprensibles, para que decidan si prefieren otra vacuna.
El panel votó 10-4 a favor de levantar una pausa de 11 días en el uso de la inyección de J&J. El grupo al final evitó indicar restricciones absolutas por edad.
“Este es un grupo de edad que está en mayor riesgo (de desarrollar trombos) que está recibiendo la vacuna principalmente para salvar la vida y la morbilidad de otras personas, no la suya propia. Y creo que tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que sepan esto”, dijo la doctora Sarah Long, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel, quien votó en contra de la propuesta porque consideró que no era suficiente para advertir a las mujeres.
Los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) sopesarán la recomendación del viernes para decidir si se pone fin a la pausa. Los CDC normalmente siguen la recomendación de sus asesores, y la directora dicha agencia, la doctora Rochelle Walensky, ha prometido una acción rápida.
A principios de esta semana, los reguladores europeos emitieron una recomendación similar tras considerar que el riesgo de trombos era lo bastante bajo para permitir el uso de la inyección de J&J.
El problema es un tipo extraño de trombo que se forma en lugares inusuales, como las venas que conducen la sangre fuera del cerebro, y en pacientes con niveles anormalmente bajos de plaquetas. Los CDC y la FDA detectaron inicialmente a seis personas que desarrollaron tales coágulos de una a tres semanas después de vacunarse. El viernes, los funcionarios de salud informaron de nueve casos más en la última semana.
Los casos, aunque son pocos, generaron alarma porque los reguladores europeos ya habían descubierto coágulos similares entre los receptores de la vacuna de AstraZeneca, la cual está hecha con la misma tecnología que la de J&J, aunque no son idénticas.