Una mujer de 54 años de edad es la primera persona muerta en Canadá como consecuencia de una trombosis cerebral tras recibir la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca, informaron las autoridades sanitarias este martes 27 de abril.
El director de Sanidad de la provincia de Quebec, Horacio Arruda, declaró en una rueda de prensa que se trata de un suceso “muy inusual”.
Aun así, “sabemos que podía pasar. El riesgo es de uno por cada 100 mil”, dijo.
La mujer falleció en el hospital de la Universidad McGill en Montreal, que señaló que la muerte “está posiblemente vinculada con la vacuna de AstraZeneca“, a la espera de los resultados de las pruebas realizadas para confirmar la relación.
Desde que Canadá comenzó la vacunación con AstraZeneca, las autoridades sanitarias registraron varios casos de trombos, posiblemente relacionados con ese suero, aunque en todos los casos los pacientes se recuperan en sus domicilios.
La provincia de Quebec es la segunda más poblada de Canadá, con 8.5 millones de habitantes, y la más afectada hasta ahora por la pandemia: allí murieron 10 mil 898 de las 24 mil 066 personas fallecidas en todo el país desde el inicio de la pandemia.
Quebec también administró hasta el momento 2.9 millones de vacunas contra la COVID-19, de las que 400 mil son de AstraZeneca.
Hasta el momento, Canadá, que atraviesa la tercera ola de la pandemia con números récord de contagios, recibió 9.2 millones de vacunas de Pfizer, 2.8 millones de Moderna y 2.3 millones de AstraZeneca.
Las autoridades reiteraron que los beneficios de la vacuna de AstraZeneca superan a los posibles riesgos de la COVID-19 y que la pandemia puede causar más trombos que el medicamento.
El Ministerio de Sanidad de Canadá autorizó el uso de la vacuna de AstraZeneca a los mayores de 18 años, aunque las provincias decidieron limitar las edades por temor a los casos de trombos.
Hace una semana, Quebec decidió utilizar la vacuna de AstraZeneca en los mayores de 45 años.
El viernes pasado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, de 49 años de edad, y su esposa, Sophie Grégoire, de 45, recibieron la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca contra la COVID-19.
