Un panel de expertos independientes que revisó la repuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la pandemia del coronavirus, dijo que la agencia de salud de Naciones Unidas debería tener “derechos de acceso garantizados” a los países para investigar brotes emergentes, una idea polémica que le concedería más poder y exigiría que los estados miembro cediesen algunos de los suyos.
En un reporte, el comité culpó a los países de todo el mundo por su lenta respuesta al COVID-19 y apuntó que la mayoría esperó a ver cómo se propagaba el virus hasta que fue demasiado tarde para contenerlo, lo que derivó en resultados catastróficos. El grupo criticó también la falta de liderazgo mundial y las restrictivas leyes de salud internacionales que “obstaculizaron” la respuesta de la OMS a la pandemia.
Algunos expertos criticaron al panel por no responsabilizar a la OMS y a otros por sus acciones durante la pandemia, describiéndolo como “una abdicación de responsabilidad”.
Lawrence Gostin, de la Universidad de Georgetown, señaló que el panel “no denuncia a los malos actores como China, lo que perpetúa la disfuncional tradición diplomática de la OMS frente a la franqueza, la transparencia y la responsabilidad”.
El comité estaba liderado por la expresidenta de Liberia Ellen Johnson Sirleaf y la ex primer ministra de Nueva Zelanda Helen Clark, que fueron nombradas por la OMS el año pasado para examinar la respuesta de la agencia al COVID-19 tras ceder a un pedido de los países miembro.
“La situación en la que nos encontramos hoy podía haberse evitado”, señaló Johnson Sirleaf.
Además del llamado a impulsar la capacidad de la OMS para investigar brotes, los expertos realizaron una serie de recomendaciones, como instar a la agencia y a la Organización Mundial del Comercio (OMC) a convocar una reunión entre países productores y fabricantes de vacunas para llegar rápido a acuerdos sobre la transmisión voluntaria de licencias y tecnología, en un esfuerzo por impulsar el suministro global de vacunas contra el COVID-19.
El comité sugirió además que el mandato del director general de la OMS — que en la actualidad es el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus — se limite a un único periodo de siete años en lugar de a los dos de cinco años actuales.
Esta sugerencia está pensada en parte para aliviar la intensa presión política que pueden enfrentan quienes ocupan el cargo. El año pasado, el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos Donald Trump arremetió repetidamente contra la gestión de la agencia en la pandemia, centrándose en una supuesta asociación con China.
Una investigación de The Associated Press en junio halló que la OMS elogió repetidamente a China en público mientras en privado sus funcionarios se quejaban de que las autoridades chinas no compartían información crítica sobre la pandemia con ellos, incluyendo la secuencia genética del nuevo virus.