La pandemia del coronavirus, COVID-19, está matando más gente en su segundo año que en el primero, advirtió este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pidió a los países ricos no vacunar a sus menores y dar esas dosis a los países pobres, desbordados por la tragedia, como India, que vive un devastador resurgimiento de la epidemia.
El COVID-19 ya ha causado al menos 3.3 millones de muertos en el mundo desde fines de diciembre de 2019 y la aparición de variantes, así como el avance desigual de las campañas de vacunación, siguen preocupando.
Según el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, “así como van las cosas, el segundo año de la pandemia será mucho más mortal que el primero”.
Llamó asimismo a los países a renunciar a vacunar a niños y adolescentes y donar las dosis al sistema Covax para distribuirlas a los países desfavorecidos.
Mientras tanto, varios países en Europa, donde han remitido exponencialmente los casos, reabren sus debilitadas economías.
Como Grecia, que el viernes levantó todas las restricciones a la circulación tras siete meses de confinamiento para inaugurar la esperada temporada turística. La única condición ahora para poder viajar al país es estar vacunado o presentar un test COVID negativo.
“Los restaurantes están abiertos, se puede ir a la playa, aprovechar el buen tiempo, hacer compras. Es maravilloso poder salir de nuevo”, dice en Creta Caroline Falk, una turista alemana de 28 años.
En España, miles de ciudadanos colapsaron este viernes las carreteras para dirigirse en particular a las playas tras el fin de meses de confinamiento perimetral.
Italia anunció este viernes que suspenderá a partir del domingo la cuarentena de cinco días para los turistas europeos, mientras en Portugal, centenares de turistas británicos son esperados a partir del lunes después de que Reino Unido incluyera a este país en su “lista verde” de países y territorios a los que sus ciudadanos podrán viajar sin tener que guardar cuarentena a su regreso.
El levantamiento de restricciones permitirá además que los hinchas ingleses puedan viajar a Oporto (norte) el 29 de mayo para asistir a la final de la Liga de Campeones, que se disputarán el Chelsea y el Manchester City.
En cambio, Japón ha ampliado el estado de urgencia, que afectaba a diez departamentos, a tres más debido al recrudecimiento de casos, a diez semanas de la apertura de los JO.
En este sentido, el tenista Roger Federer declaró que los atletas “necesitan una decisión” firme sobre la celebración o no de los Juegos, y dijo que comprendería perfectamente si el evento, que ya fue aplazado el año pasado, fuese finalmente cancelado.
“No se oye mucho, lo que me hace pensar que los Juegos tendrán lugar, pese a que he oído que mucha gente en Tokio está contra los Juegos”, dijo a la cadena de televisión suiza Leman Bleu.
Inglaterra se prepara para una nueva etapa, con la reapertura el unes de museos, hoteles y estadios, gracias a una neta caída del número de casos de COVID, tras un largo confinamiento y una campaña de vacunación.
El primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió no obstante este viernes que la variante india amenaza con perturbar el desconfinamiento y sigue propagándose, tras un aumento preocupante en algunas zonas, en particular en el noroeste de Londres.
Por ello, las autoridades decidieron iniciar una campaña de detección acelerada.
Francia por su parte, anunció que los viajeros de cuatro nuevos países (Colombia, Bahréin, Costa Rica y Uruguay) tendrán que someterse a una cuarentena de 10 días a partir del domingo.
En India, sumergida por una devastadora oleada de la pandemia, la vacunación con la Sputnik V rusa se inició el viernes en ese país de 1,300 millones de habitantes.
Tras sumir en el caos a las grandes metrópolis indias –por falta de medicamentos, oxígeno y camas para los enfermos– el virus sigue devastando en el campo, carente de infraestructuras.
Los muertos son enterrados o abandonados en ríos, mientras los enfermos tratan de curarse con remedios caseros. En los últimos días, cien cadáveres fueron lanzados al río Ganges, haciendo temer una situación tan desastrosa como en otros lugares.
“Dejan a la gente morir”, dijo Kidwai Ahmad a la AFP desde su pueblo de Sadullahpur, en el Estado de Uttar Pradesh (norte).
En Colombia, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, contrajo el virus en medio de una tercera ola en el país que vive masivas protestas contra el gobierno de Iván Duque.
En Estados Unidos, donde el número de casos de covid-19 se redujo fuertemente, se anunció el jueves el levantamiento de la recomendación de llevar mascarilla para las personas vacunadas, lo que ha provocado acalorados debates y cierta confusión en el país.
El gigante de la distribución, Walmart anunció el viernes que la mascarilla deja de ser obligatoria en sus centros, aunque otras empresas la mantienen.
Con más de 584,000 muertos, Estados Unidos sigue siendo el país más golpeado por la pandemia, por delante de Brasil (más de 430,000 fallecidos), India (258,000), México (219,590) y Reino Unido (127,640).
En cambio, desde Ginebra, la OMS recomendó que incluso, “en situaciones donde la cobertura de vacunación es elevada, si hay mucha transmisión, no se retira la mascarilla”, dijo el encargado de asuntos urgentes sanitarios de la organización, Michael Ryan, en conferencia de prensa.
La directora científica de la OMS, Soumya Swaminathan, dijo por su parte que “muy pocos países están en situación de abandonar las medidas”.
Por último, la serie IndyCar de automovilismo anunció este viernes por segundo año consecutivo, la cancelación de su carrera por las calles de Toronto (Canadá), programada para el 11 de julio, a causa del coronavirus.