El Día Internacional del Whisky o “World Whisky Day” se celebra desde el año 2012, cada tercer sábado de mayo para homenajear esta bebida con actividades relacionadas a ella alrededor del mundo.
El Día del Whisky empezó a celebrarse por el interés de Blair Bowman, un especialista en la bebida, autor de la “Guía de Bolsillo del Whisky” y organizador de experiencias de cata de whisky, quien atrajo a 50 países para festejar esta bebida.
Así es como al menos 200 ciudades alrededor del mundo conmemoran esta bebida al tomarla en su día y llevan a cabo distintos festejos para homenajearla entre las que se cuentan las catas.
El whisky es una bebida alcohólica que surge de la destilación de malta fermentada con cereales como la cebada, el trigo, el centeno y el maíz, para su posterior añejamiento en barriles de madera, tradicionalmente de roble blanco y sus presentaciones se venden con un contenido alcohólico que va del 40 al 62%.
La palabra whisky deriva del gaélico escocés, uisge beatha y del gaélico irlandés, uisce beathadh que significa “agua de vida”.
Los países de origen de esta bebida son Escocia, Irlanda, Canadá, Estados Unidos, España, Gales, Japón, India, Francia, Alemania y Argentina
El whisky escocés es el más famoso y reconocido, además del de mayor trascendencia. El whisky escocés de una sola malta es el más galardonado del mundo y fue creado hace más de 130 años, el más famoso escocés elabora uno madurado con extremo cuidado en barricas de bourbon americano y jerez español al menos durante 12 años.
Preferentemente, el whisky se bebe en un vaso sólido, corto de fondo grueso, si lo que se quiere es beberlo con su característico sabor, lo mejor es tomarlo solo o con un cubo grande de hielo y si se busca que el sabor sea más suave, debe tomarse con un poco de agua fresca.