El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció un confinamiento por nueve días, debido a que el país "atraviesa el peor momento de la pandemia" del COVID-19, con un registro diario de unos 35 mil casos y 450 muertos.
"Debemos asumir seriamente lo crítico de este tiempo y no naturalizar tanta tragedia. Debemos asumir la gravedad"
"La medida regirá desde las cero horas del 22 de mayo hasta las 24 horas del 30 de mayo", indicó el presidente en una alocución en televisión.
Sólo tres días de los nueve son hábiles, al ser feriados el 24 y 25 de mayo. A partir del 31 de mayo se regresará a las restricciones actuales con un nuevo confinamiento total el fin de semana del 5 y 6 de junio, precisó.
"Debemos asumir seriamente lo crítico de este tiempo y no naturalizar tanta tragedia. Debemos asumir la gravedad. No es momento de especulaciones, nadie tiene derecho a querer sacar ventaja de esto, debemos unirnos para superar esta catástrofe", declaró el mandatario.
Durante el confinamiento, quedarán suspendidas las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial y sólo estarán habilitados los comercios esenciales y las entregas a domicilio.
Los argentinos sólo podrán circular en las cercanías de sus domicilios entre las 6:00 y las 18:00 horas.
El cierre de actividades será similar al impuesto el año pasado en el inicio de la pandemia y por varios meses para mejorar y apuntalar el alicaído sistema de salud.
Argentina registró este jueves 35 mil 884 nuevos contagios de COVID-19 y 435 muertes, con un total de tres millones 447 mil 044 casos y 72 mil 699 decesos desde que se inició la pandemia.
"El problema hoy es gravísimo", insistió el mandatario con un 72.6% de las camas de terapia intensiva ocupadas en el país, índice que se eleva a 76.4% en el área metropolitana de Buenos Aires, que concentra la mayor cantidad de casos.