En Kirguistán, en Asia Central, han llovido críticas contra las autoridades sanitarias. La razón: un trabajador de una clínica desenchufó un refrigerador para cargar su celular y como consecuencia se echaron a perder mil vacunas Sputnik V.
Los hecho ocurrieron en abril, sin embargo no fueron dados a conocer hasta mayo por las autoridades, lo que ha motivado múltiples reproches. El accidente ocurrió en una clínica gubernamental en la ciudad de Biskek, capital del país.
Un empleado del lugar, cuya identidad no se ha confirmado, habría desconectado el refrigerador donde guardaban las vacunas con el fin de conectar su celular. Según Alimkadyr Beyshenaliyev, ministro de salud, el o la responsable pudo haber sido un empleado de mantenimiento.
Estas mil vacunas que tuvieron que ser destruidas pertenecían a un lote de 20 mil vacunas que Rusia había donado a Kirguistán como ayuda humanitaria. La campaña de vacunación en el país del Asia Central empezó en marzo con magros resultados.