Estados Unidos puso formalmente fin a la política de “permanencia en México”, conocida como “Quédate en México”, que obligaba a decenas de miles de solicitantes de asilo, en especial migrantes centroamericanos, a esperar en dicho país, ya que el programa no “mejoró de manera adecuada o sostenible la gestión de la frontera”.
Lo anterior se informó en un memorando del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El Gobierno del presidente Joe Biden puso en pausa el programa, también conocido como Protocolos de Protección de Migrantes (MPP), poco después de asumir el cargo el 20 de enero. Desde entonces, a más de 11 mil migrantes inscritos en él se les ha permitido entrar en Estados Unidos para solicitar asilo, dijo un funcionario del DHS.
El demócrata Biden ha revertido muchas de las políticas restrictivas de inmigración del expresidente Donald Trump, del Partido Republicano, argumentando que no cumplían con las leyes de asilo de Estados Unidos.
Los republicanos han criticado las medidas de Biden, incluyendo el fin del programa MPP, diciendo que alentó la llegada de migrantes a la frontera entre Estados Unidos y México en los últimos meses.
En un decreto del 2 de febrero, el presidente de Estados Unidos pidió a las agencias estadounidenses que revisen el programa MPP y consideren la posibilidad de ponerle fin.
El memorando, que pone fin formalmente al programa MPP, firmado por el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, informó que el programa no “mejoró de manera adecuada o sostenible la gestión de la frontera”, señalando que las detenciones ahí aumentaron en ocasiones mientras el programa se mantuvo en vigor.
“Además, al hacer mi evaluación, comparto la creencia de que sólo podemos gestionar la migración de una manera eficaz, responsable y duradera si abordamos la cuestión de manera integral, mirando mucho más allá de nuestras propias fronteras”, mencionó Mayorkas.