Elsa se debilitó el miércoles a tormenta tropical y amenazaba el miércoles la costa norte del Golfo de México en Florida, tras castigar la región de Tampa Bay con aguaceros y vendavales.

Se esperaba que la tormenta tocara tierra entre las 8 y las 9 de la mañana, según el gobernador Ron DeSantis. Se emitió una alerta de huracán para un largo trecho de la costa de Florida, desde cayo Egmont, en la bahía de Tampa, hasta el río Steinhatchee.

“Les pedimos que, por favor, se lo tomen en serio”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa el martes. “No es momento de pasear porque tenemos condiciones peligrosas allá afuera”.

En un primer momento no había reportes de daños o heridos en la zona de la bahía de Tampa, muy vulnerable a la marejada ciclónica. Se esperaba que los vientos más fuertes del meteoro permanecieran sobre el mar, cerca de los pueblos costeros al oeste de St. Petersburg.

Los vientos máximos sostenidos de Elsa eran de 115 kilómetros (70 millas) por hora el miércoles por la mañana. Su centro estaba unos 95 kilómetros (60 millas) al suroeste de Tampa. La tormenta se desplazaba hacia el norte a 22 kilómetros (14 millas) por hora, según el Centro Nacional de Huracanes.

Las previsiones apuntaban a que Elsa se adentraría en tierra en el norte de Florida como tormenta tropical, con fuertes lluvias y vientos, y después se dirigiría a Georgia, las carolinas y Virginia antes de volver el viernes al Océano Atlántico.

Escuelas y oficinas del gobierno cerraron en la zona de Tampa y la mayoría de los actos públicos se aplazaron ante la llegada de Elsa el martes. Sin embargo, la alcaldesa de Tampa, Jane Castor, indicó que el partido de las finales de la Copa Stanley de hockey entre el Lightning de Tampa Bay y los Canadiens de Montreal se disputaría como estaba previsto el miércoles por la noche.

El aeropuerto internacional de Tampa suspendió sus operaciones a las 17:00 del martes y tenía previsto reanudar los vuelos a las 10:00 del miércoles tras una comprobación de posibles daños por la tormenta, según su web.

Duke Energy, la principal compañía eléctrica en la zona de Tampa Bay, indicó en un comunicado que tenía unos 3.000 empleados, contratistas, especialistas en árboles y personal de apoyo listos para responder a cortes de luz tras la tormenta. Se estaban desplazando equipos adicionales desde otros estados en los que operaba Duke.

Elsa pasó el martes por los Cayos de Florida, aunque no llegó a golpear de forma directa la cadena de islas. Aún así, se esperaban intensas lluvias en los Cayos hasta el miércoles, así como fuertes vientos.

La tormenta también complicaba la búsqueda de víctimas y posibles sobrevivientes en el edificio derrumbado el 24 de junio en la zona de Miami. Pese a ese desafío, los trabajadores seguían buscando entre los escombros de la torre Champlain sur en Surfside, Florida, en la costa sureste del estado.

Georgia emitió una alerta por tormenta tropical para la zona costera de Brunswick. El Centro Nacional de Huracanes esperaba que partes del sureste de Georgia sufrieran condiciones de tormenta tropical con vientos sostenidos de hasta 80 kilómetros (50 millas) por hora.

Al norte de Carolina del Sur, las autoridades vigilaban a Elsa pero no ordenaron evacuaciones, en pleno pico de la temporada de turismo de playa.