Una de las leyes contra el aborto más restrictivas en Estados Unidos entró en vigor recientemente en Texas. Dicha legislación, además de limitar el derecho al aborto, plantea que cualquier ciudadano pueda denunciar a las clínicas o cualquier persona involucrada en la interrupción del embarazo.
La acusación no se detiene ahí, también aplica para cualquier persona que “ayude o incite” a una mujer a someterse al procedimiento, es decir, con una indemnización mínima de 10 mil dólares por una demanda exitosa se ‘recompensa’ a quien compruebe la interrupción del embarazo.
Sin embargo, quienes se sometan a un aborto no pueden ser demandados.
Texas Right to Life, la asociación antiaborto más grande del estado, lanzó un sitio web para recibir consejos sobre presuntas violaciones y dice que tiene abogados listos para entablar demandas.
A través de demandas civiles en lugar de fiscales penales, esta ley deja su aplicación en manos de los ciudadanos.
La ley señala que el procedimiento de aborto está prohibido toda vez que médicos puedan detectar la actividad cardíaca, generalmente alrededor de las seis semanas y antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.