El presidente Vladimir Putin dijo el miércoles que la crisis del gas en Europa puede afectar a Rusia si el alza de los precios se traduce en una inflación que aumente el coste de productos básicos como los alimentos, o si se reduce la demanda del combustible, una fuente clave de ingresos para el Estado.
Precios del gas en Europa se han quintuplicado
Los precios al contado del gas en Europa se han quintuplicado desde principios de año, ya que la demanda mundial supera a la oferta mientras las economías se recuperan de la ralentización provocada por la pandemia.
Eso ha llevado a algunos generadores de electricidad a pasar a quemar carbón, pese a que las emisiones de dióxido de carbono son más perjudiciales.
“Esto también tiene ciertas consecuencias para nosotros”, dijo Putin a funcionarios rusos.
“Si hay una caída de la demanda (...) esto afectaría a nuestras empresas productoras, incluida Gazprom”.
Gazprom, el único exportador de gas por gasoducto de Rusia, es una piedra angular de la economía rusa junto con los productores de petróleo liderados por el gigante estatal Rosneft.
No hay indicios de que la demanda y la oferta en el mercado europeo del gas vayan a equilibrarse a corto plazo, sostuvo el viceprimer ministro Alexander Novak en la misma reunión.
Aumento de los precios del gas podría repercutir en costo de los alimentos
Putin dijo que el aumento de los precios del gas también podría provocar un repunte de los precios de los fertilizantes, lo que, a su vez, se sumaría al ya elevado coste de los alimentos.
Inflación de Rusia se ubica en 7.63%
La inflación en Rusia se ha acelerado recientemente hasta el 7.63%, su nivel más alto desde febrero de 2016.
“No nos interesa un aumento sin fin de los precios de la energía, incluido el del gas”, dijo Putin, que recientemente ha ordenado la implementación de otros 420 millones de dólares en ayudas sociales a los hogares rusos para hacer frente a la subida de precios.
El miércoles también ordenó a su Gobierno que presentara medidas para proteger a los productores agrícolas locales, lo que debería ayudar a frenar los precios de los alimentos.
Se espera que el banco central ruso suba el viernes su tipo de interés por sexta vez este año, ya que la inflación está muy por encima de su objetivo del 4%.