El pasado 20 de octubre, cientos de personas subieron reportes sobre un extraño cometa que surcaba los cielos de Estados Unidos. La bola de fuego resultó no ser un objeto natural, sino un satélite ruso que, extrañamente, perdió su órbita sobre EUA.

Si bien no ha habido reportes sobre la investigación que el gobierno de EUA está realizando, no deja de ser curioso que un satélite ruso de uso militar, haya caído sobre suelo de Estados Unidos, una de las potencias que se opone a Rusia en el sistema geopolítico actual.

Todo sucedió el pasado 20 de octubre, cuando la Sociedad Americana de Meteoros (AMS) recibió más de 150 reportes sobre una bola de fuego en el cielo. Inmediatamente realizaron un archivo con todas las imágenes que llegaron desde distintas regiones de Tennessee, Kentucky y Michigan, en la costa este de EUA.

Luego enviaron este reporte a la NASA, que terminó por desmentir que se tratase de un cometa. Las imágenes se viralizaron en las redes sociales, generando polémica, hasta que finalmente se conoció que se trataba del satélite ruso Kosmos-2551.

El acontecimiento se aclaró con el comunicado de la NASA que terminó por confirmar que la extraña bola de fuego del 20 de octubre, no era más que un satélite.

Se trató del satélite ruso Kosmos-2551, que perdió su órbita y terminó estrellándose en algún punto de la Tierra. En un primer momento, el objeto fue identificado por el rastreador de satélites y astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, Jonathan McDowell.

Luego la NASA afirmó que se trató de un satélite que se partió después de haber reingresado a la Tierra cerca de Estados Unidos.

“Hay muchos relatos de los estados del medio oeste de una bola de fuego brillante y duradera vista alrededor de las 12:43 am (primeras horas del 20 de octubre).” Expresó la NASA en un comunicado.

“Este evento no fue causado por un objeto natural; fue producido por el reingreso y fragmentación de un satélite sobre esa zona del país. ¡Gracias a la Sociedad Americana de Meteoros (AMS) por proporcionar los informes de los testigos!”, agregó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).

Hasta el momento no hay registros de que el satélite ruso haya sido recuperado desde su caída en EUA, sin embargo, es probable que sus partes se hayan desintegrado, haciendo muy difícil la tarea de su rastreo.