El presidente de Rusia, Vladimir Putin impone, toque de queda y prohibió la celebración de eventos de hostelería y catering en todo el país de las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana, a medida que el país lucha por controlar la pandemia de Covid-19.
El Kremlin pidió que se “refuerce el control sobre el cumplimiento de todas las medidas restrictivas”, incluyendo “la introducción de la prohibición de la celebración de eventos de ocio y entretenimiento y la prestación de servicios de comidas.
Antes de anunciar el confinamiento, la ciudad ordenó a todos los residentes no vacunados mayores de 60 años, así como a las personas no vacunadas “que padecen enfermedades crónicas”, que permanecieran en casa durante cuatro meses, hasta finales de febrero.
El Kremlin afirmó este jueves que no se han tomado decisiones sobre la posible introducción de la vacunación obligatoria de la población.
El alcalde de la capital Moscú Serguéi Sobianin, ha impuesto un cierre parcial en toda la ciudad a partir de hoy 28 de octubre y el 7 de noviembre para detener la propagación del Covid-19, que está desbocado en algunas zonas de Rusia. Se prohíben los eventos masivos, excepto los autorizados por las autoridades.
El funcionario dijo que se suspenden las actividades en tiendas, servicios, deportes, entretenimiento y proyecciones de películas. Casi todo, con la excepción de la venta de bienes esenciales como medicinas y alimentos.
La asistencia al teatro y al museo se limitará al 50% del aforo, siempre con mascarillas y con códigos digitales QR que acrediten la inmunidad. Los niños no tendrán clase y los estudiantes seguirán con las lecciones a distancias. Y si los contagios siguen, la cuarentena se prolongará.
Los expertos achacan la situación a la lentitud de la campaña de vacunación, a un sistema sanitario desbordado y a la desconfianza generalizada en el gobierno.
Rusia fue el primer país del mundo en aprobar una vacuna contra el Covid-19, la Sputnik V, para su uso en agosto de 2020, pero solo alrededor del 30% de la población está totalmente vacunada en un país en el que ya existen cuatro vacunas de producción nacional.
Una encuesta reciente de la encuestadora independiente Levada-Center reveló que el 52% de los rusos no estaba dispuesto a vacunarse contra el coronavirus con vacunas rusas, en contraste con el 14% que sí.
Rusia aún no ha aprobado ninguna vacuna contra el coronavirus fabricada en el extranjero, y solo hay vacunas rusas disponibles en el país.
A diferencia de los países de Europa Occidental, las tasas de vacunación son muy bajas en Ucrania o Rusia, donde oscilan entre el 20% y el 40%. Es el caso también en países que tuvieron acceso de forma temprana a las vacunas, como Serbia o Rusia.
“La oleada que están experimentando actualmente varios países del Este y de los Balcanes es la más fuerte desde el inicio de la pandemia”, afirma Antoine Flahault, director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra. “Como en Europa Occidental, estamos ante un aumento de la transmisibilidad de la variante Delta y de su virulencia”, dice.