Greg Abbott, gobernador de Texas, Estados Unidos, firmó la ley de Perros Seguros al Aire Libre (Safe Outdoor Dogs Act), con la cual se prohíbe a los ciudadanos amarrar a sus perros al aire libre si no cuentan con un lugar con sombra para refugiarse, así como alimento y agua.
La nueva ley entrará en vigor el próximo 18 de enero de 2022 y especifica que no permitirá a los dueños dejar a un perro amarrado sin supervisión, a menos que tenga un refugio adecuado.
También señala que no se permitirá que el animal sea atado con cadenas u objetos pesados, únicamente podrán utilizar correas, arneses y collares que sean seguros para ellos.
Además, con la ley aprobada por Greg Abbott, se eliminará la regla en la que actualmente se impide a la policía de Texas intervenir en una situación relacionada con un perro en condiciones ilegales.
Anteriormente el gobernador de Texas había modificado algunas reglas para protección de los perros como el material de los collares, el tiempo que el perro puede pasar en la caja de un camión, y la proporción de las ataduras respecto a la longitud del animal, la cual deber ser de 10 pies de largo o cinco veces la longitud del perro desde la nariz hasta la cola.
Los infractores de esta ley que prohíbe amarrar a un perro se enfrentarán a un delito menor de Clase C y deberán pagar una multa de hasta 500 dólares. Los reincidentes podrían enfrentar un delito menor de Clase B, el cual se castiga con hasta 180 días en la cárcel del condado y una multa de hasta dos mil dólares.
Por su parte, el senador estatal y autor del proyecto de ley Eddie Lucio Jr. de Brownsville, celebró la aprobación de la ley que prohíbe amarrar perros y dijo que espera que la ley recién firmada dé “a muchos perros una nueva forma de vida” en el estado de Texas.