Más de 5 millones de personas en todo el mundo han muerto de COVID-19 menos de dos años después de que se documentara por primera vez el nuevo agente patógeno, a pesar de la llegada de vacunas que han reducido drásticamente las tasas de mortalidad en todo el mundo.
El último millón de muertes registradas se produjo más lentamente que los dos anteriores. Se necesitaron más de 110 días para pasar de 4 millones de muertes a 5 millones, en comparación con menos de 90 días para alcanzar las marcas de 3 y 4 millones. La tasa volvió a la observada durante el primer año de la pandemia, cuando el virus aún se estaba afianzando.
Aun así, el COVID sigue matando a miles de personas todos los días. Otros miles de millones aún no se han vacunado, ya sea porque no tienen acceso a las vacunas o porque se niegan a hacerlo, lo que las deja vulnerables a una infección que se ha vuelto más peligrosa con el tiempo. La transmisión del virus continúa, impulsada por la aparición de la variante delta que es más infecciosa.
Solo Estados Unidos fue responsable del 14 por ciento del último millón de muertes, el mayor porcentaje de todos los países. Rusia representó el 10 por ciento del total, mientras que Indonesia y Brasil fueron responsables del 8 por ciento cada uno.
En México van 288 mil 365 muertes y 3 millones 807 mil casos confirmados, de acuerdo con la última información de la Secretaría de Salud.
Los científicos advierten que la pandemia está lejos de terminar. El mundo ya ha pasado por tres grandes olas de contagios por COVID, y las tasas de mortalidad han disminuido gradualmente en cada una de ellas.
Muchos países han comenzado a reabrir sus economías, aliviando las restricciones por la pandemia y reanudando los contactos con el resto del mundo al aceptar que el virus ahora es endémico. Sin embargo, la inmunidad obtenida con las inoculaciones se pondrá a prueba en los próximos meses, ya que las personas vacunadas del hemisferio norte enfrentan su primer invierno completo desde que se les administraron las vacunas.
Cada país, y a veces las regiones individuales dentro de los países, enfrentan sus propias situaciones únicas. Los casos están aumentando de nuevo incluso en lugares con altas tasas de vacunación como el Reino Unido y Bélgica.
En los países en los que las tasas de vacunación están rezagadas, la situación es peor. Con las muertes por COVID en niveles récord en Rusia, se ha pedido a las personas mayores no vacunadas de Moscú que se queden en casa. En Rumania se agotaron las camas de cuidados intensivos, mientras que Letonia regresó a modo de crisis total, cerrando restaurantes, peluquerías y escuelas.