Miles de cabinas telefónicas británicas que debían desaparecer por falta de uso debido a la generalización de los celulares, serán finalmente mantenidas especialmente en zonas rurales, anunció el martes la autoridad de las telecomunicaciones.
Antes omnipresentes, las famosas cabinas públicas se han reducido a solo 21 mil en todo el país, al tiempo que más del 96% de la población dispone de teléfono móvil.
El operador BT está evaluando las que ya no son útiles y serán retiradas del servicio.
El regulador, Ofcom, anunció el martes nuevas normas que deberían proteger "alrededor de cinco mil cabinas telefónicas en el Reino Unido".
Estas se mantendrán si su ubicación no está cubierta por las cuatro redes de telefonía móvil, si se han efectuado más de 52 llamadas en los últimos 12 meses (o sea un llamado semanal en promedio como mínimo) o si circunstancias excepcionales justifican su mantenimiento.
Si la cabina está situada en un lugar donde con frecuencia se producen accidentes o intentos de suicidio, también se mantendrá.
"Algunas de las cabinas telefónicas que tenemos previsto proteger se utilizan para hacer un número relativamente pequeño de llamadas. Pero si una de estas llamadas proviene de un niño en peligro, de una víctima de un accidente o de una persona que quiero suicidarse, esta línea telefónica pública puede servir de salvavidas en un momento de gran necesidad", justificó Selina Chadha, directora de la conectividad de Ofcom en un comunicado.
"También queremos asegurarnos de que las personas sin cobertura móvil, a menudo en zonas rurales, siempre puedan hacer llamadas. Al mismo tiempo, planeamos equipar las nuevas cabinas telefónicas con WiFi y cargadores gratuitos".
Otras de las míticas cabinas rojas tendrán una segunda vida. En los últimos años, más de seis mil cabinas telefónicas se han convertido en minibibliotecas, desfibriladores y cajeros automáticos.