El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusó este jueves a los países occidentales de “agravar” las tensiones con Ucrania y de hacer volar sus bombarderos militares a unos 20 kilómetros del territorio ruso, en un contexto de tensiones alrededor de Bielorrusia y Ucrania.
“Nuestros socios occidentales están agravando la situación dotando a Kiev (Ucrania) de modernas y letales armas y llevando a cabo provocadoras maniobras militares en el Mar Negro”. Vladimir Putin, presidente de Rusia.
A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores del Ucrania, Dmytro Kuleba, afirmó que su nación quiere adquirir armas “defensivas” en países occidentales debido a la “agresividad” de Rusia en sus fronteras.
“La agresividad de Rusia aumentó considerablemente en las últimas semanas, se negocia con países occidentales la conclusión de acuerdos sobre entregas suplementarias de armas defensivas para Ucrania“. Dmytro Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania
Desde hace días, Rusia movilizó tropas y equipamiento militar a la frontera con Ucrania, situación que preocupa a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE). Ucrania se enfrenta a grupos separatistas apoyados por Rusia desde que este país se anexionó la península de Crimea en 2014.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, precisó que Europa debe entrar por fin en razón y debe dejar de considerar que Rusia es “responsable de todos los males” en respuesta al primer ministro británico Boris Johnson que alertó a Rusia ante cualquier “aventurismo militar” en Ucrania y en las fronteras entre Polonia y Bielorrusia.
Dmitri Peskov criticó la multiplicación en Gran Bretaña de publicaciones de prensa “histéricas” sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania (técnicamente en guerra desde hace siete años) y negó que Rusia despliegue una guerra híbrida.
Por su parte, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Estados Unidos, Francia y Alemania denunciaron el refuerzo de tropas de Rusia en la frontera oriental con Ucrania, donde hay una guerra en curso contra separatistas prorrusos desde 2014.
De su lado, Kiev, que en las últimas semanas había tratado de minimizar la magnitud del despliegue ruso en las fronteras de Ucrania, subió el tono este jueves y por ello anunció su intención de comprar armas a sus aliados occidentales.
Además de la situación en Ucrania, algunos países europeos, con Polonia a la cabeza, acusan a Rusia de estar detrás de la crisis migratoria en la frontera con Bielorrusia. El Kremlin lo niega y se presenta como mediador entre la Unión Europea y el gobierno de Bielorrusia.