Australia se unirá a Estados Unidos en un boicot diplomático de los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, dijo el miércoles 8 de diciembre el primer ministro Scott Morrison. Con esta decisión corre el riesgo de agriar las ya amargas relaciones bilaterales entre ambas naciones.
Morrison dijo que la decisión se tomó debido a las luchas de Australia por reabrir los canales diplomáticos con China para discutir presuntos abusos de derechos humanos en Xinjiang y las medidas de Beijing para frenar y bloquear las importaciones de productos australianos.
“No será ninguna sorpresa que el gobierno de Asutralia no envíe ningún representante oficial a los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en China. Durante algún tiempo, la gente ha sido muy consciente de que hemos planteado una serie de cuestiones que no han sido bien recibidas en China y ha habido un desacuerdo entre nosotros sobre esos asuntos. Siempre hemos estado abiertos a reunirnos con el gobierno chino para hablar sobre sus preocupaciones, ya sean sus preocupaciones con nuestra legislación de interferencia extranjera u otras reglas de inversión extranjera en las que Australia adopta una postura muy firme, defendiendo los intereses de Australia”.
Los funcionarios del gobierno australiano no han podido hablar con sus homólogos chinos en meses, y la comunicación se ha realizado a través de diplomáticos.
El boicot formal corre el riesgo de tensar aún más las relaciones de Australia con China, su mayor socio comercial, que se deterioraron después de que Canberra vetó a Huawei Technologies de su red de banda ancha 5G, en 2018, y pidió una investigación independiente sobre los orígenes de COVID-19.