Las autoridades británicas han impuesto a partir de este viernes en Inglaterra el uso de la mascarilla en el interior de establecimientos y locales como cines, teatros, museos y galerías en un intento por frenar los contagios de coronavirus.
La implementación de restricciones más severas se ha vuelto "necesaria", según el gobierno, que ha despejado las dudas y ha insistido en que no se trata de una "reacción exagerada".
El Ministerio de Sanidad ha recalcado que el uso de las mascarillas será necesario únicamente en aquellos lugares que sean cerrados, si bien fuentes cercanas al asunto han indicado en declaraciones al diario 'The Daily Telegraph' que es probable que las visitas se limiten a tres personas en centros de atención social.
Reino Unido, con unos 50 mil casos diarios, ha confirmado 817 casos de la variante ómicron. Las autoridades han pedido a la población cancelar las fiestas de Navidad. El ministro de Sanidad, Sajid Javid, ha alertado de que el número de casos por la nueva variante podría alcanzar el millón para finales de mes.