La mayoría de los estadounidenses deberían recibir la vacuna de Pfizer o la de Moderna contra COVID en lugar de la de Johnson & Johnson debido a que esta última puede provocar la formación de coágulos, un efecto secundario muy raro pero grave, dijeron asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
El problema ha causado nueve muertes confirmadas luego de la administración de vacunas de J&J –mientras que las de Pfizer o Moderna no conllevan ese riesgo y además parecen ser más eficaces, dijeron asesores de los CDC.
Es un anuncio inusual y la directora de los CDC, doctora Rochelle Walensky, deberá decidir ahora si sigue la recomendación del panel.
Hasta ahora, Estados Unidos ha tratado las tres vacunas disponibles en el país como opciones iguales, toda vez que estudios a gran escala mostraron que las tres ofrecen buena protección y los suministros iniciales eran limitados. La vacuna de J&J fue bien recibida en un inicio como una opción de una sola dosis que podría ser particularmente importante para grupos difíciles de atender, como desamparados que podrían no recibir la segunda dosis necesaria de las inyecciones de Pfizer o Moderna.
Pero el jueves, el panel de asesores de los CDC señaló que era momento de reconocer que mucho ha cambiado desde que las vacunas empezaron a distribuirse hace un año. Más de 200 millones de personas en Estados Unidos están plenamente vacunadas, incluyendo 16 millones con la de J&J.