El Ministerio de Defensa de Emiratos Árabes Unidos (EAU) informó este lunes de que las defensas antiaéreas del país han interceptado y destruido dos misiles lanzados por los rebeldes hutíes yemeníes contra Abu Dabhi sin dejar víctimas, una semana después de otro ataque contra ese emirato.
El Ministerio de Defensa, citado por la agencia oficial de noticias emiratí WAM, indicó que los restos de los “dos misiles balísticos lanzados por el grupo terrorista hutíes hacia el país” que fueron “interceptados y destruidos” cayeron en “áreas separadas alrededor del emirato de Abu Dabhi”, sin provocar víctimas.
En el comunicado, el ministerio confirmó que “está listo para hacer frente a cualquier amenaza y que toma todas las medidas necesarias para proteger al estado de todos los ataques”.
Hasta el momento, los rebeldes hutíes no han reaccionado ante esta información.
Hace justo una semana, los insurgentes reivindicaron un ataque con misiles y drones contra el Aeropuerto Internacional de Abu Dabhi y una zona industrial en el emirato, que dejó tres muertos y seis heridos.
Esta acción provocó que la coalición militar liderada por Arabia Saudí y de la que EAU es miembro lanzara desde el pasado lunes una intensa campaña aérea de bombardeos contra el Yemen.
Desde el lunes, los aviones de la coalición han atacado distintas zonas y objetivos de los hutíes en el Yemen, uno de los últimos contra la torre de telecomunicaciones situada en Al Hudeida, provocando la interrupción total de la conexión a internet en todo el país y dificultando conocer los estragos que han dejado los últimos bombardeos.
Entre ellos el registrado el pasado viernes contra un centro de detención en Saada, en el norte del Yemen, del que los rebeldes chiíes hutíes y la ONU culparon a la coalición, aunque la alianza negó su implicación en el ataque.
Según el último recuento dado por el Ministerio de Salud de los hutíes, la cifra de ese bombardeo ascendió a 87 muertos y más de 226 resultaron heridos, aunque el número de víctimas podría ascender.
Asimismo, la coalición efectuó también el bombardeo más mortífero desde 2017 contra la capital, Saná, también controlada por los rebeldes, que dejó 14 muertos y 11 heridos, según el Ministerio de Salud del Gobierno insurgente.